Políticas

14/3/2002|745

Traición de la burocracia petrolera

En febrero, el gobierno de Duhalde decidió gravar con un 20% las exportaciones de hidrocarburos. Las empresas respondieron con amenazas de cerrar pozos y paralizar la actividad.


La Federación de Petroleros Privados, con la excusa de evitar los despidos, declaró un paro, que incluía entre sus reclamos la derogación de dicho decreto. El paro duró menos de lo que tardó en declararse la conciliación obligatoria.


Después de esta truchada en apoyo a las empresas, el sindicato de petroleros de Avellaneda ha firmado a espaldas de los trabajadores un acuerdo con Shell, donde a cambio de 600 pesos por una única vez, se entrega el derecho de huelga.


Con la excusa de montar guardias mínimas durante los paros, se mantendría la refinería en marcha normalmente, neutralizando cualquier medida de fuerza que quisiéramos hacer.


Cuando se nos consultó por la posibilidad de firmar esto, los trabajadores comenzamos a realizar asambleas por turno, donde primaba el criterio de rechazo, y de manifestarlo cuando la burocracia viniera a defender su postura.


Esta, ante la imposibilidad de imponer el acuerdo, firmó por su cuenta, sin consultar con la asamblea y sin el aval de la Comisión Interna.


Los obreros, indignados, decidimos marchar a las puertas del sindicato este lunes 11/3 a las 17 horas, para pedirle cuentas al mismo.