La Cámara de Autotransporte de Pasajeros (Ceap) y la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (Ctpba) redujeron al 50% el servicio de colectivos del AMBA. Mediante este semi lock-out, que afecta a 100 líneas y se mantendrá durante este martes, las patronales han vuelto a reclamar un aumento de los subsidios.

Las empresas sostienen que no pueden hacer frente a sus costos y que se encontrarían imposibilitadas para operar con normalidad. Le reclamaron al gobierno bonaerense que les destine alrededor de 8.000 millones de pesos en concepto de “compensaciones tarifarias”. Jorge D’Onofrio, ministro de Transporte de Axel Kicillof, indicó que realizará ese pago (a libro cerrado).

Asimismo, han pedido que el gobierno nacional actualice los costos que poseen las empresas (esto es lo que determina el monto de los subsidios). Las patronales indicaron que el último aumento del boleto, del 40%, “no genera un mayor ingreso a las empresas”, ya que “el mayor pago de los usuarios se traduce en una menor erogación por compensaciones del Estado” (Página 12, 9/1).

La burguesía del transporte reclama tarifazos de mayor envergadura y más subsidios. Se trata de un sector parasitario que vive literalmente del erario público. Las empresas utilizaron el dinero de los subsidios para invertir en otros negocios o avanzar en procesos de concentración de capital. Entretanto, han estado desarrollando una huelga de inversiones, lo que explica el pésimo servicio que ofrecen. Además, redujeron salarios y aplicaron despidos, una política que en muchos casos fue enfrentada con paros y diversas medidas de fuerza por los trabajadores del gremio.

Un incremento de subsidios de gran magnitud, como pretenden las patronales, entraría en colisión con las metas de ajuste fiscal reclamadas por el Fondo. La clase capitalista toda apoya el programa de ajuste fondomonetarista, pero no quiere pagar sus consecuencias; busca que los costos de la bancarrota nacional sean asumidos enteramente por los trabajadores. El gobierno del Frente de Todos viene avanzando en este sentido, aplicando tarifazos, y destruyendo los salarios y las jubilaciones.

La pelea contra el ajuste y por aumentos salariales está completamente vigente. Las empresas deben abrir sus libros contables y demostrar ante la población trabajadora qué es lo que han hecho todo este tiempo con los subsidios recibidos. La gestión patronal del transporte público se ha demostrado como un fracaso. Es hora de que los trabajadores tomemos el control.