Apenas comenzó 2017, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, despidió a 40 trabajadores municipales en represalia por haber apoyado la lucha de otros tanto contratados que no cobraban sus salarios desde hacía tres meses.

Los despidos de Valenzuela se vieron facilitados por la situación de precariedad del gran plantel de contratados y precarizados que dejó el pejotista Hugo Curto tras veinticinco años de gobierno municipal, también responsable de mantener salarios cercanos a la canasta de pobreza.

Este ataque fue precedido por un acto de cinismo característico del PRO: mientras se cocinaban los despidos, Valenzuela participó en la fiesta de fin de año de los trabajadores municipales prometiendo que mejoraría las condiciones de trabajo.Los trabajadores, además, vienen de reclamar un bono de fin de año: Valenzuela primero lo negó y luego otorgó una suma miserable.

El Sindicato de Trabajadores Municipales de Tres de Febrero se limitó a realizar alguna que otra publicación por las redes sociales, sin convocar a ninguna deliberación de los trabajadores o impulsar medidas para frenar los despidos. La conducción sindical actúa como lo hizo durante la gestión de Curto, oficiando de bomberos del intendente.

El sindicato debe convocar ya a una asamblea para impulsar una respuesta de los municipales.

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  Reincorporación de los trabajadores despedidos
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  Basta de persecución gremial
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  Pase a planta de todos los municipales, basta de precarización
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  Salario igual a la canasta familiar y paritarios votados por los trabajadores en asamblea