Distintos diarios vienen anunciando un paquete de medidas del gobierno para congraciarse con la clase media y los jubilados. Entre esas medidas está el aumento del mínimo no imponible, con la posible eliminación de la tablita de Machinea, la suba del sueldo mínimo y el envío del proyecto de ley sobre la movilidad previsional.

Según El Cronista, la suba del mínimo no imponible implicaría una mejora en los ingresos de los trabajadores de mayores sueldos del orden de los 1.500 millones de pesos.

En realidad, depende de cómo salga; en todo caso significa que el Estado dejaría de confiscarles a esos trabajadores 1.500 millones de pesos anuales adicionales. Como la recaudación del IVA y otros impuestos sube con la inflación, la suba del mínimo no imponible no tiene costo fiscal. Clarín reconoce que solamente se corrige la confiscación inflacionaria que resultaría de no ajustar los mínimos por la suba de los precios.

Con el salario mínimo la propuesta cegetista es subirlo un 20% en forma escalonada, lo cual no repone la inflación que ya es del 25% anual.

Con la movilidad jubilatoria la estafa es otra. El gobierno enviaría un proyecto de ley para ajustar a partir de 2009 las jubilaciones por un índice de salarios elaborado por el Indec. Con esto quedará consagrada la confiscación perpetuada desde 2002 a 2008, ya que un gran sector de jubilados tuvo aumentos muy inferiores a la inflación. O sea, no sólo no se le pagará al jubilado la retroactividad, sino que la “movilidad” se implementará a partir de un haber un 40% inferior.

La “movilidad” así aplicada, y siempre y cuando sea similar a la inflación real, significa que esa pérdida del 40% queda consagrada de por vida.

Planteamos:

• Pago de la retroactividad por la diferencia entre los aumentos recibidos y la inflación real
• Ajuste del haber actual por esa diferencia
• Movilidad a partir del haber reajustado, de acuerdo a la evolución de los salarios según las negociaciones paritarias, y sobre la base del 82% móvil
• De esta manera, se unifican los haberes de los jubilados a la lucha salarial de los trabajadores activos.