José C. Paz: Triunfazo en la lucha por la vivienda

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El 11 de marzo se logró la asignación de 150 casas para los vecinos que llevaron adelante, durante meses, movilizaciones, acampes y hasta la toma del municipio. Después de enormes dilaciones y compromisos no cumplidos, el acampe de decenas de familias hace diez días logró el compromiso que se hizo efectivo el viernes. Se les otorgó la asignación de vivienda -número de casa y parcela- con el compromiso que en treinta días entregarán las llaves para que las familias hagan posesión efectiva.
La toma del municipio, hace diez meses, puso al desnudo el método de adjudicación digitado y en forma punteril, sin respetar los expedientes abiertos a los vecinos ni las verdaderas necesidades de las familias. Salió a la luz que varios funcionarios y amigos del intendente habían tomado posesión de casas. La movilización logró que algunas de estas viviendas se liberen para los reales necesitados. Igualmente, no ha habido una revisión total de la entrega de viviendas a funcionarios y sus familias ni la implementación de planes populares para el conjunto de los vecinos.
Todavía falta la entrega de viviendas a los vecinos que se anotaron en una segunda tanda, producto de un segundo empadronamiento, llevado adelante por las asambleas barriales y el Polo Obrero. A pesar de este triunfo, los vecinos denunciaron que los planes de vivienda no se cumplieron por parte del gobierno y hay una ejecución de apenas el 25% de lo planificado, por lo que la necesidad habitacional en el distrito no está resuelta.
Ishii en persona amenazó a los vecinos con dar marcha atrás a las asignaciones si se repiten las movilizaciones y los cortes frente al municipio. Es una amenaza, pero al mismo tiempo un reconocimiento de que la movilización y la organización popular arrancó esta primera asignación. El municipio está corroído por crisis internas en el oficialismo, de funcionarios de su gabinete que están armando listas colectoras para las próximas elecciones y con otros ex aliados que se han pasado al Peronismo Federal. Todos, durante este período, trataron de cooptar al movimiento por la vivienda, pero no lo lograron.
El intendente ha tenido que echar lastre, agobiado, sobre todo, por la movilización popular de estos meses en el distrito. Sumado al reclamo de la vivienda, los vecinos del barrio Sol y Verde se movilizaron contra la contaminación que producen las torres de alta tensión en su barrio, provocando decenas de enfermos; también el reclamo contra la Policía y la Gendarmería que liberan las zonas, que provocó una conmoción popular por el asesinato de tres jóvenes a manos de una patota. Además, los paros y reclamos de los tercerizados ferroviarios y municipales que fueron pasados a planta después de una ardua lucha.
Este triunfo obliga a potenciar la organización de los vecinos y sus reclamos. Marca un camino para que se siga desarrollando el movimiento por la vivienda y la lucha para conquistar los reclamos populares en el distrito, en medio de la descomposición del kirchnerismo y sus seguidores.