En la Legislatura porteña se votó un proyecto del Frente de Izquierda que restituye el derecho de los enfermeros a profesionalizarse dentro de la jornada laboral en la escuela pública de enfermería Cecilia Grierson. Fueron los propios enfermeros y estudiantes los que plantearon la inquietud en las frecuentes visitas de Marcelo Ramal a la Grierson y a los hospitales. El reclamo se origina en la realidad laboral de los enfermeros, que trabajan jornadas agobiantes de 12 o 14 horas para reunir un salario que cubra el costo de la canasta familiar. El avance del proyecto se dio en medio de la campaña por otro proyecto absolutamente relacionado por ese motivo: las seis horas para enfermería, que se han convertido en un emblema del Frente de Izquierda y por el cual votaron más de 3.000 enfermeros en el plebiscito realizado en las últimas dos semanas. Esta conquista se abrió camino en un escenario marcado por una crisis fenomenal del macrismo, su retroceso electoral y el “caso Niembro”. Por otra parte, el oficialismo “echó lastre” frente al derrumbe histórico de la salud pública porteña, que estalla en todos los hospitales. El derecho a estudiar en horario de trabajo es una conquista laboral crucial, pues implica la formación del enfermero a cargo de su patrón -el Estado. Hemos desarrollado el método de trabajo de una banca revolucionaria, llevando al Parlamento las reivindicaciones más sentidas por la clase obrera y se apoyándonos en ella para lograr una conquista.

 

Como planteó Ramal en el recinto, esta conquista es un peldaño para ir por la aprobación de las seis horas para enfermería. Esta semana tenemos otro gran desafío para fortalecer la lucha de los enfermeros: una enorme votación al Frente de Izquierda en los hospitales de la Ciudad y el ingreso de Gabriel Solano al Congreso Nacional.