Luego de 14 años de búsqueda, la madre de Pamela Laime recibió los restos de su hija asesinada. Pamela había sido vista por última vez cuando tomó el colectivo para ir a su trabajo desde Garmendia, un pueblo del interior de la provincia, hacia la capital.

Durante estos catorce años, Mercedes, su madre, hizo lo imposible por encontrarla. Recorrió comisarías para que le tomaran la denuncia. Viendo que la Policía y la Justicia no se movían, comenzó ella misma la búsqueda. Se unió a Susana Trimarco, pensando que su hija podía haber sido víctima de las redes de trata. Posteriormente, se sumó activamente a la Comisión de Familiares Víctimas de la Impunidad. La persistencia de Mercedes y la Comisión posibilitó que un ex oficial de policía declarara que había reconocido, en las fotos publicadas de Pamela en el diario “La Gaceta”, a una persona enterrada en un cementerio de la capital.

Efectivamente, era Pamela.

En el velatorio, una consigna quedó clara: ahora que se recuperaron los restos de Pamela, la lucha debe continuar para que haya justicia, la condena al autor o autores del crimen y también para todos los que -por complicidad o negligencia- mantuvieron el crimen impune durante estos catorce ños. Reactivada la causa, se pudo verificar que, tanto en la comisaría como en la Justicia habían desaparecido los expedientes.

El de Pamela es unos de los centenares de casos que desde la Comisión de Familiares se vienen denunciando y que fueron expuestos en la audiencia pública parlamentaria realizada el 8 de julio.

Ahora, junto a Mercedes y otros familiares de Pamela, vecinos de Garmendia se están organizando para concurrir al Encuentro Nacional de Mujeres, para llevar la denuncia del caso Pamela y, con los familiares de otros casos de todo el país, coordinar la lucha para terminar con la impunidad.

Alejandra