Políticas

30/9/2015|1383

Tucumán: la crisis provincial y las elecciones de octubre


La crisis política abierta a partir de la irrupción popular que durante diez días ocupó la plaza Independencia, reclamando la nulidad de los comicios y nuevas elecciones, se ha cerrado con una victoria pírrica de los candidatos oficialistas, quienes lograron que la Corte provincial convalide el resultado fraudulento. 


 


El fallo fue un mazazo para la coalición opositora, Acuerdo para el Bicentenario, liderada por José Cano, que ha estallado como producto de su completa impotencia para liderar un proceso de lucha democrática de masas en defensa de sus propios votos.


 


Cano, quien hoy aparece como el más belicoso e insiste en llegar a la Corte nacional en apelación al fallo de la provincial, fue el responsable de haber jugado todo su liderazgo cuando irrumpió en la plaza Independencia para llamar a desmovilizar. Eso le dio aire al oficialismo para desatar la escalada de provocaciones que culminó con el fallo de la Corte. 


 


En toda esta política de desmovilización popular, el papel clave lo jugó Macri, auxiliado por Massa, Sanz y Stolbizer, quienes sostuvieron que la crisis tucumana se tenía que resolver en el ámbito de la Justicia electoral. Posteriormente, salieron a aceptar el fallo de la Corte provincial


 


Un gobierno de coalición


 


La proclamación de Manzur es una suerte de golpe de Estado judicial, por parte de una Corte de conjueces con fuertes vinculaciones con el gobierno. El cuestionamiento sobre la legitimidad del nuevo gobierno lo condiciona para gobernar una provincia donde la crisis social se profundiza, y en la que existen enormes tensiones y conflictos en desarrollo como resultado de la crisis azucarera y de otras producciones agrarias.


 


Por eso Manzur, luego de su proclamación, pasó del discurso de “hacer sonar el escarmiento a la oposición”, a plantear la necesidad del diálogo, ofreciendo como zanahoria la modificación del régimen electoral. A esta política se ha sumado activamente el arzobispo Zecca, quien incluso anunció que va a convocar por un lado a Manzur-Jaldo y por otro a Cano-Amaya para impulsar un escenario dialoguista. 


 


La salida es el FIT


 


Después de haber ahogado la lucha popular contra el fraude, la oposición radical-macrista encabezada por la senadora nacional (radical) Silvia Elías de Pérez y secundada por el dirigente del PRO, Garretón, no reúne las condiciones elementales para presentarse como una oposición popular.


 


Frente a este escenario, la única salida a los candidatos del fraude, el ajuste y la impunidad y a los falsos opositores, es el voto al Frente de Izquierda, que por medio del Partido Obrero estuvo antes, durante y después de las elecciones a la cabeza de las denuncias y de la lucha por imponer la nulidad y nuevas elecciones en la provincia, y de la misma manera en las principales luchas contra el régimen de impunidad y de ajuste del gobierno de Alperovich.