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Tucumán: Triunfo de la UJS


El 27 de noviembre se realizó el Congreso de la Federación Universitaria de Tucumán, después de casi tres años en los que Franja Morada venía autoprorrogándose el mandato. Allí, la UJS conquistó la vicepresidencia y dos secretarías (una compartida con otra organización).


 


La convocatoria se realizó entre gallos y medianoche, en un momento que no permitía la participación masiva del movimiento estudiantil. El Congreso no tuvo el propósito de poner en pie al movimiento estudiantil; se limitó al reconocimiento formal de la nueva dirección.


 


A pesar de estos elementos, como continuidad de la lucha por la recuperación de las herramientas de lucha de los estudiantes, decidimos intervenir, poniendo de manifiesto la importante referencia que hemos conquistado en el movimiento estudiantil tucumano. Nuestra posición fue la construcción de un frente con las agrupaciones de izquierda, combativas e independientes pero, con la excepción del CAL (independientes de la Universidad Tecnológica) y el PH, sólo encontramos rechazo. Un caso particular fue el de la Cepa, que con su clásica política de aparato planteó abstenerse, sin poder explicar por qué en la FUA decidieron entrar y en la FUT no; la razón en realidad es muy simple: en aquella oportunidad encabezaban la lista frentista de la izquierda, mientras que en esta tenían que venir a la cola del PO.


 


La UJS, principal corriente de izquierda de la UNT, reforzada incluso por los resultados de las elecciones en la Facultad de Bioquímica una semana atrás, donde intervenimos por primera vez y conquistamos una secretaría en el Centro, junto al CAL y el PH constituimos el Frente de Izquierda “20 de Diciembre” y conquistamos, también por primera vez, la vicepresidencia segunda de la mesa ejecutiva de la FUT, en la que quedó proclamado Carlos Helguero (PO), que fue el único orador del Congreso y planteó la necesidad de que la FUT manifieste su solidaridad activa con los compañeros que están tomando el Comahue y movilizándose por la libertad de los presos políticos y el desprocesamiento de los luchadores populares.


 


Franja Morada, con una disminución de 20 delegados respecto del congreso anterior, retuvo la presidencia; el Movimiento Humanista sacó la vicepresidencia primera, y una fracción “transversalista” del PJ (en la que se integró la Venceremos) sacó la secretaría general.