“TV Guía” se edita en Campo de Mayo
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Bastó que el generalato manifestara su “extendido malestar” ante la difusión del telefilme “El galpón da la memoria”, producida por la alfonsinista Fundación Plural, para que careciera una “orden superior» prohibiendo la televización de la segunda parte de la película.
Luego del “affaire” Lázara-Side, la prohibición de una película oficialista proyectada en un canal oficialista significa el completo derrumbe de la campaña electoral del oficialismo.
El presidente Alfonsín se jactó en su mensaje del viernes pasado de que “llegamos a las elecciones con libertad absoluta” pero olvidó agregar que esa “libertad” sólo rige para la arbitrariedad militar, no para los derechos democráticos del pueblo.
La censura aplicada “manu militari” contra el filme radical revela que el régimen democrático no es más que una máscara. Los mandos militares se han erigido en los custodios de la conciencia de millones de ciudadanos por obra de la política radical-justicialista de estos seis años.
Se ha puesto de manifiesto nuevamente, la vigencia del pacto leal-carapintada-civil con que concluyó el levantamiento de Villa Martelli. En aquella oportunidad, Seineldín y las FFAA exigieron el levantamiento de “La Noche de los Lápices” y otras películas “irritativas”. Este acuerdo sentó jurisprudencia y el alto mando se ha convertido en el verdadero director de programación de los canales de televisión. Los comunicados del Comandante en Jefe reemplazarán, de ahora en más, a la “TV Guía».
Los militares exigieron el levantamiento de “El galpón…” por considerarla “atentatoria de la necesaria pacificación nacional”. Este hecho despótico revela que la “pacificación”, perseguida también por Menem, Angeloz y Alsogaray, significará el dominio totalitario de la camarilla militar sobre todos los aspectos de la vida social, es decir, la “paz de los cementerios».
El régimen constitucional es un completo rehén del Alto Mando.