Un arsenal que no pagaba impuestos
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El arsenal “privado" más grande descubierto en la Argentina. Así calificó Clarín (18/ 11) al depósito de armas recientemente ubicado en la fundición de chatarra del "empresario” Rodolfo Márchese, en la localidad bonaerense de San Fernando.
Según la información oficial el descubrimiento se produjo en un operativo “de rutina”. Machese es un ex capitán del ejército, ahora prófugo, en cuya libreta de teléfonos figuran —entre otros—el secuestrador, asesino e integrante de la ultraderecha Arquímedes Puccio.
El ex capitán trabajaba, a su vez, en complicidad con el ahora detenido jefe del regimiento de arsenales 601, teniente coronel Jarza.
Las municiones y armamentos —que incluyen sofisticado material antiaéreo— fueron llevados al lugar en camiones del ejército por personal uniformado, en horarios normales; la casa tenía grandes antenas de comunicaciones en lugares bien visibles (Clarín, 18/11); todo indica que el lugar funcionaba abiertamente y en forma oficiosa.
El ministro de defensa, Jaunarena minimizó el hallazgo diciendo que el armamento era “obsoleto”. La Nación y Página 12 — por el contrario—coincidieron en señalar que el armamento fabricado en 1986, “está en perfectas condiciones de uso”.
El juez de la causa, Daniel Piotti, encontró —al requisar la casa y realizar excavaciones— restos humanos, algo que consideró "habitual cuando se excava en una casa después de varios años” (sic) ¡Cualquiera tiene un cadáver en su jardín!
Jaunarena y el juez estarían tratando de restarle importancia al hecho. Página 12 (17/11) ha dejado trascender que la causa judicial pasará a la esfera militar. Al teniente coronel Jarza se lo pudo ver muy tranquilo y sonriente luego de declarar en el juzgado.
La Nación sugiere que el arsenal podría ser un conducto "extraoficial" de colocación de armas a grupos del exterior. En esto consistirían ahora las funciones de los ex "grupos de tareas y sus respectivos “negocios".
Ya veremos en qué termina todo esto.