Políticas
30/6/2025
Un balance de las elecciones de Santa Fe
Una primera lectura de la jornada electoral del domingo 29.

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Foto: Corresponsal
El dato sobresaliente de las elecciones de Santa Fe es el ausentismo electoral pronunciado, es decir, mayor al que se registró en las Paso, cuando ya había sido grande. Para tomar como referencia las dos ciudades que concentran la mitad de la población de la provincia, en Rosario votó el 48,33% del padrón, cuando en las Paso lo hizo el 53,60%; mientras que en la ciudad de Santa Fe, la capital provincial, votó el 46,47% versus un 50,55% en las Paso.
Para completar el panorama con otros grandes conglomerados urbanos, en Rafaela, donde la votación estuvo por arriba del promedio provincial, votó el 52,45% mientras que en las Paso lo hizo el 52,88%. En Villa Gobernador Gálvez, votó el 46,2%, mientras que en las Paso la votación fue del 51,85%. En Reconquista, votó el 45,8% del padrón, 5 puntos y medio menos que en las Paso (51,20%).
La ilusión del escenario de tercios
La presentación de los resultados electorales debe partir de que la mitad de la población no fue a votar en el conjunto de la provincia, lo que se agrava en sus dos principales ciudades, donde lo hizo menos de la mitad.
En este sentido, la lista de Juan Monteverde que agrupó a nueve partidos (Ciudad Futura, Partido Justicialista, Movimiento Evita, La Cámpora, La Corriente, Patria Grande, etc.) se impuso con 30,58% de los votos, el 13,88% del padrón. El candidato liberfacho, que salió segundo, obtuvo 28,81%, el 13,08% del padrón. Y la candidata de Pullaro y Javkin, del oficialismo que gobierna la provincia, quedó tercera con el 25,63% (11,6%). En comparación con las Paso, Monteverde creció 3 mil votos, pasando de recoger 110.902 a 113.405. Crecieron proporcionalmente más Aleart (LLA) que pasó de obtener 87.272 votos a 106.868; y Laybarú de “Unidos”, que trepó de 84.814 votos a 95.000. Las otras dos listas del peronismo, que se presentaron por fuera, sumaron el 10% de los votos válidos.
La fragilidad de los tercios se ve también en otros datos. Para el gobierno nacional, que venía de imponerse con Milei en el balotaje presidencial, el resultado fue claramente malo, saliendo terceros en Santa Fe, así como en la mayoría de las localidades. Sólo se posicionaron primeros en Villa Constitución (donde votó la mitad del padrón) y Karina Milei festeja que pasaron de “0 a 34 concejales” una falsedad completa, porque ya tenían ediles y porque muchos casos es personal reciclado de los viejos partidos que se pintaron de violeta. Que se haya impuesto la ultraderecha en Villa, donde el intendente es del PJ y se viene arrasando con el empleo industrial de Acindar, es un balance para hacer aparte.
El festejo del pullarismo mostrando una bota pintada por los colores de “Unidos” busca disimular un claro retroceso en Rosario, la principal ciudad de Santa Fe, donde el intendente Javkin salió tercero. La alianza entre la UCR, el PRO y el Partido Socialista perdió además en importantes ciudades como Rafaela, Santo Tomé, San Lorenzo y Villa Gobernador Gálvez, a manos del PJ. El apoyo compacto a Pullaro vino del interior sojero, subrayando para quién gobierna, y en la ciudad de Santa Fe donde pesa el aparato de gobierno, aunque con un resultado módico, frente a una recomposición de sectores del peronismo que fueron divididos.
Cristina Kirchner felicitó a Insfrán y Monteverde
“Cristina Kirchner felicitó a Insfrán y Monteverde por las victorias en Formosa y Rosario”, así titulaba Página 12 y casi todos los diarios grandes del país el resultado de la elección de Rosario.
Hay que detenerse en el punto, porque la victoria del peronismo sobre Milei en Rosario es una presentación forzada. El partido político de Monteverde es Ciudad Futura, una formación política rosarina de centroizquierda, que fue mutando hasta terminar en las listas del PJ, pero que le aporta un diferencial a partir de la figura de Monteverde, que se presenta como la nueva política. Esta integración es ante todo oportunista, porque en esta misma elección Ciudad Futura y “Más para Santa Fe” (PJ), fueron separadas en varias localidades, como Venado Tuerto, Firmat y otras.
Ciudad Futura le aportó al peronismo una cara fresca, que le permitió armar una suerte de frente popular “anti Milei” bajo el sello del PJ, que está sustentado en lo más podrido de la “vieja política”: los senadores vitalicios, la burocracia sindical, los punteros y el aparato nacional del peronismo. Un conglomerado de fuerzas del centroizquierda y el progresismo, como el PCR y Carlos Del Frade, se agrupó alrededor de este frente, cuyo armador es Armando Traferri, una especie de Eduardo Duhalde de la política santafesina. Con este respaldo y el llamado a votar en defensa de “la democracia” obtuvieron un triunfo módico, con el límite de que no expresan ninguna corriente de lucha de carne y hueso contra Milei.
El Frente de Izquierda
En este escenario de desmovilización general, con caída en la participación respecto a las Paso y sin movilización obrera o popular de conjunto contra el ajuste, el Frente de Izquierda en Rosario hace una elección que marca el paso en el lugar, con un pequeño retroceso de las Paso a las generales del (3,7% al 3,11%, el 1,4% del padrón), en lo que seguramente fue un desplazamiento de votos al “frente anti Milei”. En las otras ciudades donde superamos el piso proscriptivo, se verificó la misma tendencia.
Nuestra campaña apuntó a consagrar una banca a partir de expresar las preocupaciones de la mayoría trabajadora, incluida la que no fue a votar en las Paso, desarrollando los temas vinculados al trabajo, el salario, las jubilaciones y la falta de urbanización de los barrios, tomando una agenda de reclamos ausente en la agenda del Concejo de Rosario. Adelantamos que el ausentismo iba a volver a ser protagonista, porque a ojos de la población, los concejales no juegan ningún papel en los problemas cotidianos de la ciudad. Por eso, convocamos a organizarse y a luchar con la izquierda en torno a los reclamos urgentes, abandonando la pasividad y saliendo a una lucha general por la derrota de Milei y sus cómplices en Santa Fe.
El Frente de Izquierda se nutrió para hacer campaña de una corriente de simpatía entre trabajadores y jóvenes combativos, impulsores y protagonistas de las grandes marchas contra Milei y antes contra el ajuste los Fernández-Massa, que se entusiasmó por la posibilidad del ingreso de la izquierda al Concejo, luego de una década de no superar las Paso y de haberlo hecho en un contexto político adverso. Una campaña 100% militante que contrastó con una elección nacionalizada donde intervinieron el peso del aparato del Estado nacional que controla Milei, del que está en manos de Pullaro y de los fuertes resortes que maneja el PJ nacional, que intervinieron con un arsenal de recursos, en el marco de un feroz ataque contra nuestras condiciones de vida y una represión redoblada contra las organizaciones de lucha.
Pudimos constatar una corriente de simpatía más amplia con nuestro definido planteo por el "fuera Milei", así como un reconocimiento a la izquierda por ser una fuerza política que claramente enfrenta al gobierno, que no se tradujo en el voto. Esto forma parte de los problemas que se derivan en una ciudad históricamente gobernada por variantes de centroizquierda o progresistas, que se encargaron de cooptar desde el Estado a las expresiones populares en áreas de gobierno que hoy están subordinadas al planteo de Pullaro, a los emprendimientos municipales de Ciudad Futura o del peronismo.
Desde el Partido Obrero vamos a redoblar nuestros esfuerzos militantes por construir una alternativa política obrera y socialista, en la compresión de que estas elecciones demuestran que los partidos tradicionales dominan el escenario político de una manera cada vez más precaria, como resultado de una crisis económica y social que se agrava de la mano de una crisis capitalista mundial. Convocamos a todo el activismo que formó parte de la campaña de la izquierda a estructurar su militancia en torno a esta perspectiva de lucha.
