Políticas

16/11/2022

Un bono para hacer pasar el ajuste

Reclamemos un doble aguinaldo.

Alberto Fernández.

En una conferencia de prensa desde Francia, Alberto Fernández adelantó que el gobierno prepara un bono de fin de año para los “salarios más postergados”, en lo que sería una versión de lo propuesto por el kirchnerismo. Se trata de una medida de temporada, que no modifica los salarios bajo la pobreza ni recupera el poder adquisitivo de los trabajadores. Al contrario, está pensada para hacer pasar el ajuste, como viene ocurriendo con todos los bonos.

El anuncio del presidente se da en un cuadro de ebullición de distintas negociaciones paritarias, con cláusulas de revisión vencidas y acuerdos que han quedado enterrados por la inflación creciente, que acumula un 76,6% en todo el año y se proyecta al 100%.

En su argumentación, Fernández reivindicó el rol de las negociaciones paritarias, sobre las cuales el Ministerio de Trabajo opera como un aliado de las patronales, responsabilizando a los trabajadores y sus reclamos salariales por la inflación.

También se desmarcó del reclamo del kirchnerismo de extensión de una suma fija para el conjunto de los trabajadores, pero no por lo que esto implicaría en el achatamiento de las escalas salariales y la equiparación para abajo de los salarios, sino por el costo fiscal que esto agregaría a los municipios –que pagan salarios de indigencia- y el impacto en “pequeños comerciantes”, como el caso de Roberto García Moritán que reconoció pagar salarios de $70.000.

Bono, sumas fijas y paritarias

El gobierno no adelantó casi ninguna precisión sobre el bono en cuestión, el cual parece que no alcanzaría al conjunto de la población trabajadora, como adelantó Alberto Fernández al señalar que sería para los “salarios más postergados”.

El bono alcanzaría para cubrir algunos gastos para las fiestas, pero no tendría ninguna incidencia en la recuperación económica de los trabajadores, que es el problema en cuestión.

Tampoco queda claro si esto alcanzaría a aquellos gremios cuya base salarial supere cierto monto, o cómo operaría ante convenios y acuerdos salariales que ya integran bonos de esta naturaleza.

El planteo de sumas fijas, a su vez, opera bajo el mismo manto de sospechas, ya que sus promotores tampoco clarifican si podrán ser absorbidas por las patronales a cuenta de futuros aumentos o como adelanto de cuotas ya pactadas, lo que anularía su incidencia final.

Wado de Pedro ya había señalado que la idea es “achatar la pirámide salarial”, lo que implica una redistribución de la pobreza entre los trabajadores, sin afectar los intereses de las patronales y el ajuste en el Estado.

Respecto a las paritarias, la media de las reaperturas y actualizaciones salariales oscila entre el 80 y el 100% de aumento para todo el 2022, lo que en el mejor de los casos apenas empata con las proyecciones inflacionarias y en varios casos ubica a los trabajadores en zona de pérdida salarial. Eso si no consideramos las jubilaciones, las grandes perdedoras de 2022, con un 72,5% contra los tres dígitos previstos.

Recomposición salarial

La burocracia sindical asiste a todo este debate como cómplice del ajuste oficial, dividida entre quienes buscan compatibilizar sumas fijas y paritarias y quienes descartan lo primero. Están integrados al gobierno, vía Alberto como los gordos o vía Cristina, como todo el resto que marcarán tarjeta en La Plata en el Estadio Único y se niegan sistemáticamente a ofrecer un curso de acción a los trabajadores.

El punto de partida para avanzar en una recomposición general de los salarios debe ser la reapertura de las paritarias estableciendo un piso salarial que supere los $200.000, el mínimo de bolsillo arrancado por los residentes y que no alcanza siquiera a una verdadera canasta familiar.

El bono de temporada del gobierno tampoco es una salida, dejando a miles de trabajadores por fuera de forma arbitraria, lo que plantea el reclamo del doble aguinaldo para hacer frente a los gastos excepcionales de fin de año y para darles un respiro a los trabajadores.

Incidencia en los municipios

Wado de Pedro, que algunos ubican como el delfín de Cristina (y agreguemos, candidato de Barrionuevo) lo precisa: “Estoy a favor de las paritarias (pero) hay que achatar un poco la pirámide. Hay que levantar a los últimos, como explica el Papa Francisco”, dijo el 27 de octubre ante El Destape.

Las paritarias están consagrando una pérdida salarial frente a la escalada inflacionaria (caída interanual del 5,8% según el Centro de Estudios Económicos) y el bono por única vez a fin de año sirve al objetivo de contener en las fiestas. Vamos por el doble aguinaldo y un salario equivalente a la verdadera canasta familiar.

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