Políticas
16/11/2022
Un gobierno bajo la “disciplina” del FMI
La reunión de Alberto Fernández y Massa con Georgieva.
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Alberto Fernández y Kristalina Georgieva.
El presidente, Alberto Fernández, Sergio Massa, Cafiero y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, se reunieron en Bali en el marco de la cumbre del G20. Allí la titular del Fondo Monetario bajó línea diciendo: “Es muy importante que Argentina mantenga el rumbo tal como lo ha hecho tan exitosamente en los últimos meses. Hemos concluido exitosamente la segunda revisión, en un período breve, debido a la disciplina que el ministro Massa y su equipo han demostrado. Y coincidimos en que en este ambiente global tan difícil es importante continuar con esta disciplina”.
Estas declaraciones buscan reforzar la política del ajuste del gobierno, el cual viene cumpliendo a rajatabla con la meta de ajuste fiscal a costa de reventar salarios y jubilaciones, recortar el Presupuesto Nacional en esferas públicas fundamentales como salud, educación y vivienda, y de utilizar la inflación para aumentar la recaudación del Estado por la vía impositiva. Al mismo tiempo aumenta constantemente las tasas de interés, acrecentando la bola de nieve de deuda en pesos y agravando la recesión, lo que se traduce en una caída sistemática del empleo formal y en nada resuelve el problema inflacionario.
En tanto, permanece en jaque la meta que tiene que ver con el acopio de reservas para fin de año porque estas presentan su peor caída en 26 meses, lo cual conforma el escalón principal para un salto devaluatorio. En ese sentido, es para destacar que la reunión entre Georgieva y Fernández se concretó un día después de la bilateral que el mandatario argentino mantuvo con Xi Jinping, el presidente chino, en el marco de la cual se confirmó la ampliación del swap con China por el equivalente a unos US$5000 millones. La versión oficial es que estos fondos son de libres disponibilidad pero su utilización plantea varias dificultades porque está condicionado a la autorización del gobierno chino e implica la activación de intereses, es decir más deuda.
Al mismo tiempo, dentro del oficialismo circula la idea de lanzar un nuevo dólar soja para estimular la liquidación de divisas por parte de las patronales sojeras, una herramienta que el FMI ya saludó la vez pasada, incluso a pesar de la gran emisión que requirió, y que los sojeros utilizaron para terminar trasladando esta devaluación encubierta al precio de la soja, encareciendo los alimentos como el pollo, la leche o la carne. De volver a utilizarse tampoco resolverá el problema de las reservas, como no lo hizo en su momento, sino que echará más leña al fuego inflacionario.
Queda claro que el plan que el FMI busca apretar aún más las clavijas para lo que resta del año e incluso el año que viene, como lo demostró el Presupuesto de ajuste 2023. Esto es un condicionamiento explícito de cara al año electoral. Esto tendrá un costo enorme para quienes viven de su salario. Se torna más urgente que nunca un paro nacional y un plan de lucha para darle una salida a la crisis del país, ganar a los trabajadores a superar a este nacionalismo devenido en fondomonetarista y abrazar las banderas socialistas.
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