El décimo aniversario del Argentinazo reunió a más de 25 mil personas, que nos movilizamos a Plaza de Mayo. Participaron los partidos de izquierda, el centroizquierda de Proyecto Sur, organizaciones piqueteras y organismos de derechos humanos independientes, la Fuba, la CTA, la Darío Santillán y numerosos representantes de los sindicatos combativos.

La movilización reivindicó la rebelión popular, la lucha contra los tarifazos y ajustes de los gobiernos nacional y provinciales, la defensa del salario y del derecho a huelga, el reclamo del cese de las persecuciones judiciales contra los luchadores y que la crisis la paguen los capitalistas.

El acto comenzó con el homenaje a los 38 muertos por la represión policial ordenada por el gobierno de De la Rúa en los alrededores de Plaza de Mayo y en todo el país, y luego dio paso a la lectura del documento consensuado entre las decenas de organizaciones convocantes.

Ese documento planteó una fuerte denuncia contra el ajustazo y el cercenamiento de libertades democráticas, la “tercerizacion de la represión” y la llamada “ley antiterrorista”.

“Durante ocho años, el gobierno subsidió a las privatizadas, que siguieron embolsando el precio internacional sin invertir un centavo, al tiempo que presionaron a la baja los salarios, con el argumento de que ‘los servicios son baratos’. Ahora, cuando la crisis capitalista azota nuestro continente y el mundo entero, pretenden que sea el pueblo el que pague la cuenta”. El texto concluye con una gran reivindicación de los levantamientos populares, las huelgas generales y las luchas de los indignados de todo el mundo.

La CTA Nacional no se acercó a la Plaza. Realizó un acto propio la noche anterior en Rosario, en el que reivindicó al Frente Nacional Contra la Pobreza y ratificó su orientación durante el Argentinazo: una “consulta popular puramente testimonial, de espaldas a las tendencias a la rebelión popular que recoman a los trabajadores. Para la CTA de Michelli, el 19 y 20 de diciembre fueron “días aciagos”. Ahora promueve una “mini Alianza” encabezada por Binner, el ajustador de los trabajadores de Santa Fe.