Políticas

19/2/2022

Neuquén

Un largo declive oficial impulsa la crisis en el MPN

Reforzemos la alternativa obrera y socialista.

Omar Gutiérrez y Rolando Figueroa.

En el presente año el partido que gobierna en la provincia de Neuquén desde hace más de cinco décadas tiene dos elecciones internas. En la primera debe renovar sus autoridades, que en general decide la conformación de las listas de cara a la segunda interna, que es para el armado para las elecciones provinciales del 2023 (gobernador, diputados provinciales, intendencias).

Se trata del MPN, un partido que ha concentrado solo en cinco personas sus más de cincuenta años de gobierno (Felipe Sapag, Nicolás Salvatori, Jorge Sobisch, Jorge Sapag y Omar Gutiérrez), marcando un cerrado mecanismo de personalismos.

La lista Azul del actual gobernador Gutiérrez ha quedado deshilachada luego de sucesivos fracasos políticos, que marcan un declive más general del MPN desde hace tiempo. La bancada de diputados del oficialismo es la más reducida de todos los tiempos. De tener históricamente quórum propio ha pasado a la mitad de los diputados requeridos, y depende cada vez más de las listas “muletas” aliadas, conformadas por carreristas y oportunistas variopinto que más de una vez dejan al oficialismo en la banquina.

La agrupación del gobernador, además, acaba de perder la interna del año pasado para diputados nacionales a manos de la fracción que lidera su exvicegobernador, Rolando Figueroa. A principios de este año la estructura del MPN se sacudió ante la renuncia a la vicepresidencia del partido de parte del burócrata petrolero Guillermo Pereyra y los integrantes de su fracción, con duras críticas a la gestión. Pereyra se inclinó por recordar el origen peronista del MPN, en una clara definición de apoyo al Frente de Todos.

Como contrapeso, hace días un incondicional del exgobernador Jorge Sapag, el actual concejal Claudio Domínguez, abrió una línea interna que impulsa la candidatura de Rodríguez Larreta como presidente hacia 2023. Aunque el propio Sapag dijo que esas declaraciones eran “a título personal”, el edil no tiene vuelo propio para semejante alineamiento, sino estuviera por detrás la mano del exgobernador.

La lista Azul del gobernador Omar Gutiérrez se va fraccionando en función de los realineamientos nacionales y deja al propio gobernador huérfano de la tutoría de los popes emepenistas. En un intento de frenar la hemorragia de la lista Azul, han preparado un cónclave para estos días en El Chocón que aspira a reunir a 500 dirigentes.

En su horfandad, el gobernador apuesta que su sucesor sea su actual vicegobernador, Marcos Koopman, y ha decidido colgarse de la figura del intendente capitalino, Mariano Gaido, que tiene su propio armado y ha proclamado recientemente que intentará la reelección en el municipio de la mano del frente que conformó con UNE (el partido ligado a la CTA), sectores de la UCR, otros ligados al kirchnerismo. No de gusto colocó en la línea sucesoria del Concejo Deliberante a Marcelo Zuñiga del Frente de Todos. Gaido se preserva despegándose de la puja provincial del 2023 y la pelea por el manejo del partido. Juega para sí mismo, especulando ser candidato a la gobernación en 2027.

El veranito tocando un techo

El gobierno de Omar Gutiérrez tiene un viento de cola que le permitió cerrar el 2021 con superávit presupuestario, y aspira que en el presente año ocurra lo mismo. Sobre esa base el gobernador basa sus pretensiones en las internas.

El superávit del año pasado se dio al calor de un incremento en la producción hidrocarburífera y la coparticipación y financiamiento de obras desde nación. Pero en ambos aspectos se han encendido luces de alerta. Por un lado el incremento productivo tiene un techo muy real en el corto plazo en la capacidad de evacuación de los volúmenes extraídos. Por el otro el rechazo al presupuesto nacional 2022 en el Congreso nacional pone un interrogante respecto a las partidas para obras públicas (que significan un 46% del total de lo previsto para el rubro) y la coparticipación federal (esta última estimada en 67.000 millones de pesos para el 2022).

Fuera de algunas obras que llevan varios años de ejecución y que debieron ser inauguradas hace mucho tiempo, el gobierno no tiene muchas cintas que cortar en obras importantes. Por lo que la presión de los partidos del orden nacional hacia el interior del MPN se están manifestando intensamente y exigen que el MPN deje claro a cual apostará.

En este contexto, el gobierno provincial está recibiendo con alivio el comportamiento de las burocracias sindicales estatales, quienes no han mostrado la menor intención de movilizar para recuperar los salarios perdidos en los dos últimos años. Una pérdida que ronda el 40% del poder adquisitivo. Le han cedido toda la inciativa al gobierno en el proceso de las mesas salariales en curso.

Con un secretario general de ATE-CTA aliado a la corriente de Guillermo Pereyra y con otro pie en el PJ, y una conducción de ATEN aliada incondicional del gobierno nacional, le toca al clasismo sindical y político abrir una línea de intervención independiente del Estado y las patronales.

El FIT-U tiene un amplio terreno de intervención como lo demostró la movilización contra el pacto con el FMI. Pero no se manifiestan partidarios de darle continuidad.

En Neuquén con un acto con la presencia de Gabriel Solano, el Partido Obrero continúa con esa línea de campaña.

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