-¿Cuáles son los motivos del conflicto de los trabajadores de la Isla Demarchi?

-El 29 de agosto, la presidencia de la Nación anunció la realización de un polo audiovisual en una zona supuestamente "desierta", la Isla Demarchi. Eso nos provocó tristeza e indignación, porque allí existe una gran repartición de trabajadores del Estado desde hace 114 años. Hoy, trabajamos más de 400 compañeros. Allí se realizan tareas de dragado y señalización para el ingreso al puerto de Buenos Aires y a todas las vías navegables del país. Es el anuncio de una profundización en la política privatista, antiobrera y antinacional de todos los gobiernos que fueron reduciendo el número de trabajadores para esta tarea. Es ese trabajo de los compañeros el que permite abrir las rutas fluviales y marítimas para conectar nuestro comercio exterior. El ataque a la Isla Demarchi es la continuidad de la política del menemismo de entrega de los puertos, de las vías navegables, de la Flota Fluvial y de Elma. Hoy, no hay barcos argentinos que naveguen el comercio exterior de nuestro país. Ello le significa a la Nación el costo de más de 5.000 millones de dólares anuales en concepto de fletes, lo que beneficia a los pulpos internacionales del transporte, en un país donde el 80% de su comercio se realiza por medio de sus vías navegables. Se trata de una política rabiosamente a favor del capitalismo -en especial, del capitalismo extranjero.

-¿Por qué hablás de un proyecto común con el macrismo?

-El Polo Audiovisual ocuparía menos del 20% de la Isla Demarchi. El resto está en función de desenvolver un megaemprendimiento inmobiliario, estilo Puerto Madero, un negociado de 5.000 dólares el metro cuadrado. Esto está tanto en el ámbito del gobierno nacional como en los acuerdos que están llevando a cabo en la Legislatura de la Ciudad. No sólo somos nosotros los afectados, también todos los asentamientos que están alrededor de la Isla Demarchi lo que nos ha llevado a desenvolver nuestra lucha junto con otros sectores obreros, como el Movimiento de Estibadores de Pie, el Partido Obrero y las organizaciones sociales que nos acompañan, entre muchos otros.

-En la mesa, varios oradores plantearon la necesidad de darle continuidad a la huelga del 20 de noviembre y criticaron la política, tanto de la CGT de Moyano como de la CTA, de quebrar la continuidad de esa lucha…

-Indudablemente, es necesario darle una continuidad a la lucha. Es probable que los acuerdos establecidos desde la dirección de ambas centrales sean el motivo de que se haya decidido lo contrario. Pero para darle continuidad, están también las luchas y las vinculaciones que debemos establecer los trabajadores desde la base. A eso también apuntamos nosotros.

-Por último, ¿qué te pareció el picnic?

-Lo dije en la intervención en la mesa redonda. No soy de pasar la franela. Dije que debían estar muy orgullosos -y te lo reitero- por la enorme cantidad de jóvenes obreros y luchadores que están hoy en esta hermosa actividad.