Un nuevo robo a los jubilados
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Sin que se les moviera un pelo, los funcionarios cavallianos reconocieron haber “sustraído “a las cajas jubilatorias nada menos que 1.800 millones de dólares en apenas siete meses.
Los fondos robados por el gobierno a los jubilados provienen del 15% de los impuestos coparticipables — fundamentalmente, el IVA— que están destinados, por ley, al sistema previsional. Según la ley, correspondía haber transferido 2.200 millones de pesos desde enero, pero a las cajas sólo entraron 400 millones, apenas el 18% de lo que correspondía. Los “restantes” 1.800 millones, fueron destinados a pagar, según lo reconoció el propio secretario de Hacienda, “otros gastos” de la Tesorería, es decir, al pago de los intereses de la deuda pública usuraria. El nuevo desfalco bastaría —sin contar otros, como la entrega de YPF— para que Cavallo vaya a esperar el premio Nobel de Economía que cree merecer a Devoto.
El Ministerio de Economía justificó el desvío de los fondos afirmando que “en el momento de celebrarse el pacto con las provincias, se convino que el 15% que aportan solidariamente de los recursos coparticipables la Nación y las provincias permitirá financiar la disminución de ingresos que se producirá en el sistema público de seguridad social como consecuencia de la aprobación del nuevo régimen previsional” (El Cronista, 26/7). Cavallo reconoce, de su puño y letra, que el “desvío de fondos previsionales” tiene por finalidad financiar la jubilación privada, la que para subsistir necesita que se vacíe el dinero de las cajas, y los actuales jubilados ganen haberes de miseria. A su vez, el gobierno redujo los ingresos provinciales por impuestos coparticipables, lo que destruye la salud y la educación de las provincias.
El “afano” cavallista pone en claro que el llamado “problema previsional” es una pura creación del gobierno, que alienta la evasión patronal y desvía los fondos de las cajas. Como ya se ha demostrado (“Jubilación privada. La Bolsa o la Vida”, Julio Magri), aun en las condiciones actuales —con una evasión que ronda el 50%— la recaudación del sistema previsional (1.450 millones mensuales) permitiría pagar una jubilación media de 450 pesos a cada uno de los tres millones de jubilados. Si se suprimiera la evasión patronal, los haberes promedio podrían alcanzar los 700 pesos.
Pero el robo a las cajas jubilatorias pone en claro, también, que el mentado “superávit fiscal” que Cavallo pretende haber alcanzado es una ficción. El endeudamiento público ha creado geométricamente desde el lanzamiento del “plan de convertibilidad”, como consecuencia del “festival de bonos”, de la “ventajosa” refinanciación de la deuda externa y de los subsidios a los capitalistas. “Las cuentas no cierran ni con la moratoria”, titulaba el oficialista “El Cronista” (21/7) refiriéndose a la situación fiscal. Cavallo necesita robar sistemáticamente a los jubilados, después de haber robado a los consumidores con impuestos expropiatorios, para cubrir el “agujero negro” del déficit fiscal.
La jubilación de 150 pesos que hoy paga el gobierno no es una consecuencia de la “realidad financiera” de las cajas, sino para pagar la fraudulenta deuda externa y para financiar y “potenciar” el negocio de las ” jubilaciones privadas”