Un pacto en la Ciudad o cómo los K son ‘funcionales’ a la derecha

Mientras las polémicas entre el kirchnerismo y el macrismo ganan algunas portadas de los medios, los dos bandos están cocinando un pacto político para las próximas elecciones de la Ciudad. En la Legislatura, macristas y kirchneristas, incluida su pata sabbatellista, acordaron votar a favor la unificación de las elecciones de jefe de Gobierno con las de Comunas. Todas las informaciones muestran que el pacto no se reduce a eso, sino que por orden de la Presidenta, los kirchneristas aceptarían el planteo macrista de unificar también las elecciones de la Ciudad con las presidenciales de octubre. En este caso, como tampoco en el de la provincia de Buenos Aires, no se cumpliría aquello de que CFK quiere ganar sola la pelea presidencial. No se entiende, sin embargo, qué podría ganar CFK atada a una boleta de Boudou, Tomada o Filmus, salvo que el interés de macristas y kirchneristas sea serruchar el piso electoral de 2009 de Pino Solanas. Como se ve, cuando el interés propio lo exige, los K son siempre ‘funcionales’ a la derecha. La maniobra podría ser de utilidad a los radicales, si su candidato a Presidente levanta la alicaída imagen de cualquiera que sea candidato de la UCR en la Ciudad. Lamentamos decir, sin embargo, que Proyecto Sur no puede erigirse en víctima de un complot del bipartidismo y del macrismo, porque lo que ocurre en realidad es que no levanta cabeza y sus rivales planean sobre sus despojos.

Pero el pacto entre kirchneristas y macristas podría esconder ambiciones mayores. El llamado “cristinismo puro” reclama “listas colectoras” también para el distrito capitalino. Los pre-candidatos K para la Jefatura de Gobierno irían colgados de la boleta presidencial. CFK declara que quiere ganar sola, pero a cada paso solicita que le aporten muletas. Lo peor es que lo que los K sumen para Presidente lo estarían dividiendo en tres para jefe de Gobierno, una maravilla para los Rodríguez Larreta o Michetti. De nuevo, tejiendo y destejiendo, los K benefician (‘funcionales’) a la derecha. La continuidad del ‘proyecto’ obliga a sacrificar todos los ‘proyectitos’ parroquiales y dejarlos en mano de derechistas exógenos o endógenos. La política electoral del kirchnerismo es una desgracia para el progresismo político en Argentina. Cría cuervos…

En este cuadro político, hay que situar el acuerdo que los kirchneristas de UTE acaban de firmar con Macri para facilitar el comienzo de las clases en la Ciudad. El aumento del 28% no sólo corre en desventaja con la inflación, sino que se aplica a uno de los salarios más retrasados entre las diferentes categorías de trabajadores. La docencia necesita recuperar lo perdido en varias décadas, no marcar el paso o saltar como los cangrejos. Los representantes de Proyecto Sur en la dirección de UTE (que comparten con la otra ala de la CTA, los yaskistas) votaron también el acuerdo. Como se ve, no hay fracción del arco progre, popu, nacionalista que no sea ‘funcional’ a la derecha. Después de todo son defensores del mismo régimen social. Como lo denunciamos en Prensa Obrera, cuando aparecieron por tele Rodríguez Larreta y Aníbal Fernández para anunciar un plan de vivienda trucho, del que nadie se acuerda pero, en realidad, era el fruto de la extorsión de los K para que Macri no adelantara las elecciones en el distrito. Como en aquel momento, el argumento del macrismo para adelantar las elecciones era la negativa de los opositores a votar su presupuesto, va de suyo que el proyecto de unificar los comicios en octubre está atado a un compromiso de los “K” de dejar correr el presupuesto macrista. Tenemos, por lo tanto, un pacto “de Estado”, que abarca a la “seguridad” (manejada en consenso entre la Federal y la Metropolitana), el uso de las tierras públicas y los negocios inmobiliarios, con la codirección de las corporaciones Puerto Madero y del Sur. El acuerdo deja a la Ciudad como “territorio ocupado” por el gran capital. Se dice incluso que Cristina Kirchner ha bendecido como su ‘pollito’ al ex Ucedé y negociador (pagador) de la deuda externa Amado Boudou, mientras Filmus, que mide mejor en las encuestas, ha caído en desgracia posiblemente por su participación en una ley de glaciares que afecta los intereses de los monopolios mineros.

Rechazamos la unificación de las elecciones nacionales y distritales, así como la pretensión de “pegar” la elección de Comunas con la de jefe de Gobierno. En contra de lo que postulan los Macri y los K, es necesaria una amplia deliberación popular en torno de las cuestiones políticas y sociales de la Ciudad y sus barrios, que se ven afectados muy severamente por la orientación capitalista dominante. Llamamos a todos los movimientos barriales independientes a rechazar esta unificación y a construir una alternativa política independiente para las próximas elecciones.