Un planificado fraude electoral
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La jornada electoral del 3 se distingue por estar precedida por un agudo proceso de descomposición del régimen político y de sus principales partidos. Esto se expresó: antes, durante y después.
Antes
Con la persecución ideológica, el saqueo al local central del PO, la golpiza a los periodistas, la aparición de los “batatas”, el agotamiento del “plan de convertibilidad”, el furioso enfrentamiento en torno a la reelección entre Menem y Duhalde, las patotas organizadas bajo el rótulo de “Menem 95” que agredían a toda la oposición: en la Rural, en Rosario, en Paraná, en La Plata, con la duplicación de la desocupación y la crisis de la Corte, entre otros síntomas.
Durante
A partir del boicot organizado desde la Junta Nacional Electoral, Encotel/Encotasa, quienes con un “prolijo” trabajo de: no distribución de boletas, envíos de boletas con concejales de otro distrito y mandando escasas 5 ó 10 boletas por mesa, impidió que la izquierda y el centroizquierda tuvieran una efectiva expresión electoral.
Este manejo de la Junta Nacional Electoral y del Correo fue denunciado durante las internas cordobesas del PJ por un hombre de sus propias entrañas. El Dr. De la Sota, en el programa “Tiempo Nuevo”, señaló: “El fraude cavalliano se efectuó donde no llegan los fiscales: Encotasa y la Junta Electoral”. Tomás Jiménez, veedor judicial de las mismas elecciones, denunció “al personal de Encotel y Encotasa por tergiversar los telegramas dirigidos a la Junta Electoral”. Además, denunció que se violentaron varias veces las fajas del lugar donde se guardaban las urnas (Página 12, 7/8/93, página 3).
Confeccionar un listado con las denuncias efectuadas permitiría entender la magnitud del operativo y empezar a abordar este nuevo fenómeno, producto de la descomposición burguesa, que coloca a este régimen en un pie de igualdad con el de los conservadores de la década infame.
No se distribuyeron boletas del FIT en más de 60 lugares del Gran Buenos Aires (Zamora-Altamira). No se distribuyeron boletas del PDP, Mas y Ucede en Santa Fe (Natale-Cuello-Castellani) (Ambito Financiero, 4/10/93).
Se inició el acto con sólo 5 a 10 boletas del FIT en escuelas de Monte Grande y de Quilmes (informe de Virginia y Juancho, PO); sin boletas del FIT en Lanús, escuelas 56, 35 y 48 (informe de Graciela, PO); faltaban boletas en mesas de Villa Diamante, del Mas y del Frente Grande (informe de Wálter, LSR); faltaban boletas del Mas y del Frente Grande en mesas de Villa Caraza (informe de Hebe y Chiche, PO); con boletas de Lomas en la escuela 53 de Lanús de la lista 96, Alianza Socialista (informe de Javier, PO).
Se inició sin boletas de la 96 en 4 lugares de Lomas y Turdera (escuelas 54 y 6), (informe de Alicia Chust-Alianza Socialista) (La Nación, 4/10/93).
El 7/10/93, la Alianza Socialista calificó de gravísima la situación e impugnó ante la Junta Nacional Electoral el acto eleccionario llevado a cabo en el distrito de Lomas por faltar la 96 en la totalidad de las 1.198 mesas ( La Nación, 7/10/93, página 2).
Se robaron boletas del FIT en varias mesas en Quilmes (informe de Virginia, PO).
Un porcentaje por demás significativo no pudo expresarse electoralmente debido a que el operativo de fiscalizar no pudo ser sostenido.
El cuadro muestra esta falencia en Lanús para cubrir 1.083 mesas.
Fiscales
UCR 1.500
PJ 1.100
Modin 300
Lista 96 300
PO 25
(Fuente diario “La Unión”, 4/10/93)
La manipulación de los padrones:
A Santos Biasati, periodista, lo empadronaron para esta elección como analfabeto, para recordarle que aunque hayan cesado, momentáneamente, las amenazas telefónicas, igual lo tienen en la mira (denunciado en Radio del Plata).
La UCR y la US (AS) encontraron 27.000 muertos inscriptos y en condiciones para votar. Ruckauf, en Hora Clave, no dio respuesta sensata a esta denuncia.
Pablo Arce, encontrado muerto el 20/7/91 en las vías del Ferrocarril Roca entre Claypole y Calzada, estaba en el padrón de la escuela 22, mesa 129 de Burzaco (La Unión, 4/10/93).
El semanario “La Defensa”, de Lanús, del 6/10/93, bajo el título “¿Fraude?”, dice: “Como muestra de las irregularidades impresionantes que presenta el padrón electoral de la Argentina, vaya este ejemplo: cuando el vecino Basilio López fue a averiguar el lugar de votación —lo hizo en el Consejo del PJ de Lanús— se encontró que con su mismo Nº de documento, el 4.760.292, también figuraba una mujer identificada como María J. Rodríguez P.”.
La cantidad de documentos gemelos confeccionados para esta ocasión puede ser apreciada a través de las noticias y las denuncias que indicarían una planificación y trabajo a gran escala.
El edil santiagueño, Luis Carrizo, fue detenido portando 75 DNI que les había retenido a sus empleados (Ambito Financiero, 4/10/93).
También en Santiago del Estero, el ex director del Registro Civil, D. Mario Casalli, fue detenido por gestionar 300 DNI (Ambito Financiero, 4/10/93).
El Registro Civil de Villa Fiorito fue ocupado por las patotas de las unidades básicas de la zona varias semanas antes del 3/10/93, Una persona relacionada con el PO y el PJ nos alertó que se estaban haciendo documentos truchos (informe de Adalberto, PO).
A Carmen Marín —mesa (F) 140—, escuela Emaús de Godoy Cruz, en Mendoza, cuando quiso votar le avisaron que ya había votado otra mujer con documento gemelo (A.F., 4/10/93, página 6).
En la Escuela Nº 1, Sáenz 450, Lomas de Zamora —mesa 232 (M)— un hombre con LE no pudo votar porque ya habían votado con LE gemela (La Unión, 4/10/93, página 2).
En Almirante Brown, Laura Sallis, de la lista 96, Alianza Socialista, denunció: “En la Escuela Nº 21 vi como se votaba sin documentos, simplemente con el recibo que entrega la policía; también en la Municipalidad de Almirante Brown vi cómo detenían a una mujer que quiso votar 2 veces” (La Unión, 4/10/93).
En Almirante Brown hubo también tachados en el padrón junto a un Nº que las autoridades de mesa no pudieron identificar (La Unión, 4/10/93).
En Esteban Echeverría, la UCR denunció casos de documentos gemelos en la escuela San Marcos de Monte Grande y en otra del barrio 9 de Abril (La Unión, 4/10/93).
Una primera conclusión es que estamos en presencia de una severísima crisis, de la que el PJ zafa a través de la utilización de los métodos de la burocracia sindical: Junta Electoral cautiva, padrones inflados y selectivamente manipulados, carnets truchos (en las sindicales), documentos gemelos (en las nacionales), presión de las patotas en los lugares de votación y extorsión sobre los barrios carenciados.
En síntesis, nos encontramos frente a un grupo de especialistas en organizar, planificar, controlar concienzudamente, para garantizar (contando con el concurso del Estado) elecciones exitosas sin dejar nada librado al azar.
Por eso, el senador Reinaldo Pierri (hermano del coimero), 24 horas antes anticipó que el PJ ganaba por 20 puntos de diferencia.
Algo para no olvidar: el correo ha demostrado que no es un ente abstracto, sino herramienta vital en manos del gobierno.
El próximo período electoral se presenta como una dura batalla para la izquierda y para el PO, en la que inclusive los roces físicos y enfrentamientos van a estar a la orden del día.
Descontrol organizado
La acefalía de autoridades de mesa fue alentada desde el Estado, ya que no tomó ninguna iniciativa ante la avalancha de renuncias (70% en la semana previa al 3/10/93). La Junta Nacional Electoral no colocó en el distrito (como corresponde) una persona en cada lugar de votación que centralice y resuelva los innumerables problemas a los presidentes de mesa (informe de L.M., PO, Lanús). Los sitios de votación se convirtieron así en tierra de nadie (denuncia del PO a las 10 horas y a las 14 horas a FMs, espacios de Lanús y al diario “La Unión”).
Con el bolonqui organizado por la Junta Nacional Electoral, los presidentes de mesa recurrían a la Policía o a los fiscales generales (casi siempre del PJ). De allí que vimos en varias ocasiones a los presidentes de mesa convertidos en rehenes de los fiscales generales del PJ (informe de María del Valle Ríos, PO-Lanús).
En la Municipalidad de Lanús faltaron el presidente y el suplente de una mesa, un agente de policía (¿a cargo de la votación?) se dirigió a un hombre: —Ud. ¿cómo se llama?. Fulano: —Soy fiscal del PJ. —Bueno, lo nombro presidente de mesa. Intervino Beto (PO) oponiéndose a esta parcialidad.
En Lanús, Escuela Nº 9 (9 urnas), nuestro fiscal llegó a las 9 horas y cuando se presentó a la primera mesa, el fiscal del PJ lo reprendió severamente por llegar tarde. El compañero medio se asustó, pero se quedó. A eso de las 17 horas, distribuyó (como ya lo habíamos convenido) a cada presidente de mesa la planilla para que “le hagan la gauchada” de anotarle los resultados. El fiscal general del PJ lo comienza a perseguir para decirle: “Eso está prohibido”. El compañero se retira de la escuela y vuelve al local muy asustado, lo recomponemos y lo acompañamos nuevamente e imponemos nuestro criterio en la 9.
En la Escuela 53, mesa 78 (M), faltó el presidente de mesa y el suplente. El fiscal general del PJ de esa escuela nombró presidente a otro del PJ (informe de Javier, PO-Lanús). Al final (Escuela 53), cuando debían contabilizarse los votos, el presidente trucho y los fiscales generales del PJ y la UCR armaron una barrera que separaba a estos 3 personajes (que manipulaban los sobres) de los demás fiscales, colocándolos a unos doce metros de distancia de las urnas y los votos para que no molestaran en el conteo (informe de Hebe y Javier, PO).
También la persecución ideológica no se tomó descanso ni en las elecciones. El Frente Grande denunció “que en Flores, Lanús y Tierra del Fuego las autoridades policiales que debían controlar el orden pedían a los fiscales de mesa que se identificaran y les pedían datos personales y a qué partido pertenecían, anotaban todo prolijamente en papeles sin membretes” (Clarín, 4/10/93, página 28).