La desintegración capitalista está derribando, a toda velocidad, enormes conquistas de la clase obrera -como el derecho a la vivienda, a la jubilación, al trabajo, al salario e incluso a la alimentación. El capital está procediendo también a una enorme confiscación de los ahorros y patrimonios personales de los trabajadores.

Necesitamos un programa:

1. Prohibición de desalojos, suspensiones y despidos.
2. Nacionalización sin pago de todos los fondos de jubilación privados e inmediato reconocimiento del derecho a una jubilación equivalente al 82% móvil de los salarios existentes.
3. Nacionalización inmediata sin pago de todo el sistema bancario y del sistema financiero en las sombras, constituido por los diversos fondos especulativos.
4. Lanzamiento de un programa de reactivación económica centrado en la superación de las carencias de infraestructura, vivienda, salud y educación.
5. Nacionalización sin pago, bajo control obrero, de toda industria en quiebra.
6. Impuesto progresivo a los ingresos de los capitalistas y confiscación de las grandes fortunas personales para resarcir la destrucción de las fuentes productivas y de trabajo.
7. Por un congreso de trabajadores para elaborar un plan de reconstrucción económica.