Políticas

30/11/2023

editorial

Un régimen de ofensiva que arranca a los tumbos

Pongamos en pie de lucha a los trabajadores.

Posse, Caputo y Milei

¿Pragmatismo o improvisación? Hasta los analistas más falderos se empezaron a preguntar esto sobre el régimen que borronea Javier Milei en la transición. La caída de dos posibles presidentes del Banco Central con destino de dinamita, antes de su designación, es tal vez la foto más expresiva de las crisis que atraviesa la formación del gobierno de La Libertad Avanza, que difícilmente termine después del 10 diciembre. Claro, la dolarización quedó en el camino y la “casta” empieza a copar resortes centrales de un gobierno que se perfila como de alianza Milei-macrista-schiarettista. Semejante giro a la centroderecha arrimando a la “unidad nacional” que proclamaba Massa es indicativo de una agenda central de la burguesía y el FMI, por una parte. Pero por otra, que Milei tuvo muchos votos con los prestados en el balotaje pero no dispone de los recursos políticos para aplicar de una las bombásticas promesas de campaña.

Alberto Fernández, Cristina y Sergio Massa le han garantizado una transición a medida: devaluación exportadora, naftazo, parálisis en el Congreso, tratamiento del presupuesto 2024 de Milei, no de este gobierno como marca la ley, y hasta el manejo de las partidas presupuestarias y envíos a las provincias dictados por los futuros funcionarios, así se lo aclararon desde Desarrollo Social al Frente de Lucha Piquetero. La burocracia sindical frentetodista aporta lo suyo guardada por completo, lo mismo que los movimientos sociales oficialistas. Y hasta el Papa “nacional y popular” lo bendijo.

Habrá banda y bastón de mando como quiere Faurie, el excanciller de Macri. Todo, pero la formación del nuevo régimen avanza a los tumbos. Los gobernadores se han declarado partidarios de la gobernabilidad, pero salvo Jorge Macri todos se anotan como opositores y, tanto peronistas como cambiemitas, reclaman reparar la pérdida de coparticipación de las medidas de Massa con el IVA y la eliminación de la cuarta categoría de Ganancias. Piden hacer coparticipables el impuesto al cheque y el impuesto País, lo que es la frazada corta para quien viene con la motosierra. Villarruel estaría casi en rebeldía si se confirma a Bullrich en Seguridad y todavía más si Petri va a Defensa. Aunque la garantía de una democracia que reforzará su carácter represivo está fuera de discusión con todos ellos.

La designación del presidente de la Cámara de Diputados con fecha fija al 7/12 se demora entre Ritondo y Randazzo, lo cual ha desatado una crisis con los diputados de Milei por la entrega a otra fuerza del tercer lugar en la sucesión presidencial. Algo reivindicado pícaramente por Cristina, afectada por el giro macrista de decisivos fallos judiciales, contra ella, de impunidad a Macri y hasta de suspensión de las elecciones en Boca. Que el exministro de Transporte de Cristina presida un cuerpo a partir de ocho diputados si contamos sus aliados es una rareza, pero atiende a la estrategia de Guillermo Francos de dividir el peronismo, como hizo Monzó en los comienzos de la gestión de Macri. Los senadores de Milei, apenas siete, con los rasgos de lumpenismo de todas las bancadas de LLA se matan entre ellos para elegir el presidente del minibloque.

Se comprende en este cuadro, además del económico y financiero, que el Presidente electo haya ido desesperado a buscar apoyo político al amo del Norte antes de asumir. Pero allí, contra la épica de sus seguidores, bastante desmovilizados ellos, sólo se entrevistó con demócratas y con funcionarios de segunda de un FMI muy cauto y sin revisión ni desembolso del tramo vital que falta este año de unos 6.500 millones de dólares. Igual, su alineamiento automático con Israel y el genocidio palestino lo amiga rápidamente con Biden y seguramente lo amigará con la Daia. Entre fachos no se pisan la manguera.

Mondino -la designada canciller- corrió a Itamaraty acompañada de Scioli a entregar una carta personal de invitación a Lula para la asunción, quien difícilmente venga. En estas horas se conoció la designación continuista de Scioli como embajador en el estratégico socio comercial argentino. Otra cartita fue para Xi Jinping. Si miramos que Guillermo Francos, el futuro de Interior que departió dos horas amablemente con Wado, fue presidente del Banco Provincia en la gobernación del motonauta, podríamos decir que se teje un gobierno Milei-macrista-schiarettista-sciolista. O dicho de otro modo la cooptación por parte Milei de elementos de las coaliciones y partidos que llevaron a la Argentina al desastre. La casta está en crisis pero no estaría teniendo miedo.

Rodrigazo con estanflación

El Rodrigazo devaluatorio, en precios, tarifas y combustibles, está fuera de discusión. Es la descarga sobre las masas de la crisis capitalista que prohijaron los últimos gobiernos. Milei como Macri han hablado del “duro primer semestre”. Milei de regreso de Estados Unidos anunció estanflación para el semestre, al golpe inflacionario le sumó la recesión que ya está en marcha. La “calma cambiaria” que trajo el descarte de la dolarización ubica el dólar del mes entrante en unos $800, una devaluación del 120%, aún cuando no soltarían el cepo cambiario al menos hasta fin de año.

A partir de estas premisas se evalúa una inflación del 12/14% en noviembre, del 20% en diciembre y tal vez del 24% en enero. Como los salarios y jubilaciones no están indexados con el costo de vida, salvo alguna honrosa paritaria como la del Sutna y algunos sindicatos combativos menores, acá se concentra el primer gran golpe del régimen de ofensiva contra la clase obrera que prepara Milei.

Pero la crisis de deuda y comercio exterior es explosiva con reservas negativas en U$S 11.500 millones, con las descomunales Leliqs que serían prioridad pero por ahora sólo son canjeadas por los bancos a los “pases” que vencen a diario, con la bola de las “Levid”, un seguro de cambio que escaló a U$S 5.000 millones, con la deuda comercial acumulada por los importadores de otros casi U$S 50.000 millones. Con este cuadro, puede no haber motosierra que valga para evitar un salto hiperinflacionario. La deuda pública total, fiscal, cuasifiscal y comercial, considerando los pasivos remunerados del Banco Central y las deudas de las empresas tomadas para importar, supera el medio billón de dólares.

En este cuadro el estallido financiero puede correr una carrera con el estallido social y a su turno agravarlo si de la estanflación pasamos a una híper con recesión. En cualquier caso para los trabajadores y la vanguardia obrera importan los ejes antiobreros de todo el plan de ofensiva. La reforma previsional del representante de la Fundación Mediterránea a cargo de la Anses que prevé enviar a la masa de precarizados a la Puam, terminar con las pensiones de los cónyuges y con los regímenes especiales, y aún alterar la movilidad a la baja de Massa y Raverta. Importa el achique del Estado contra los contratados, becarios, transitorios, monotributistas o cooperativistas que deja el peronismo por decenas de miles; contra las provincias, que ya apelan a despidos como en Catamarca o a endeudamiento que se traducirá en impuestazos como en la Buenos Aires de Kicillof. Importa el ataque a empresas públicas como Aerolíneas, Aysa o Trenes, a los medios públicos y organismos de investigación y ciencia, el ataque a todo presupuesto de cultura y a las universidades públicas. Y que nadie se engañe, un régimen de ofensiva en el Estado es un régimen de ofensiva a toda la clase trabajadora por parte de la clase capitalista, como ya anticiparon los 500 despidos en Vaca Muerta, los nuevos despidos en Bridgestone conciliados después del paro o la suspensión de los ajustes bimensuales a los fuera de convenio en Toyota.

Poner en pie de lucha a los trabajadores

El argumento de la burocracia sindical de esperar los anuncios es una coartada para inmovilizar y a su turno empezar la entrega que han practicado ante cada gobierno, incluido el macrismo, por supuesto. Esta actitud se extiende a todas las centrales sindicales. Tenemos el caso de ATE Capital, alineada con Yasky, que levantó la única movilización estatal prevista después de reunirse con ATE Nacional que pertenece a la otra CTA. Los movimientos sociales oficialistas y filooficialistas, entusiastas votantes de Massa, siguen paralizados.

Hemos escuchado echarle la culpa a los propios trabajadores que votaron a Milei para desmovilizar. Es una buena manera de exculpar a los que condenaron a la precarización y hasta el hambre a millones. Al contrario, tenemos que dirigirnos a toda la clase obrera, a la que votó a uno o a otro, porque son ellos los que pueden derrotar a Milei y a la ofensiva de toda la clase capitalista que estaba mayoritariamente con Massa y hoy se reacomoda con Milei para acompañarlo contra los trabajadores.

No hace falta esperar los anuncios de un gobierno que haciendo el 20% de lo que prometió descargaría golpes mortales sobre los trabajadores. Se trata de preparar a los trabajadores mediante la clarificación y el debate, en asambleas y plenarios. En realidad las centrales sindicales deberían preparar un plan de lucha que comience con movilizaciones de advertencia como lo ha hecho el Frente de Lucha Piquetero tras su plenario. Tenemos que exigir un confederal con mandatos de asambleas, lo mismo en cada regional del país. El puntapié inicial lo dio el plenario del Frente de Lucha que no sólo se movilizó sino que convocó a movilizarnos a ocupados y desocupados el 19 y 20 de diciembre en los emblemáticos aniversarios del Argentinazo. Convoquemos en todo el país, a todos los sectores del sindicalismo combativo y organizaciones de lucha de todo orden a transformarlos en una gran movida de lucha y preparatoria de los tiempos que vienen.