La mayoría K del Congreso Nacional eliminó la Ley 1420 de Educación Pública, Obligatoria, Gratuita y Laica.

 

El descarte de la "1420", enviándola a los archivos, completa una faena de destrucción de la educación pública, que abre la posibilidad de la instauración de la educación religiosa en todo el país. Esta entrega en bandeja de la educación a la Iglesia, el mayor empresario de la educación privada del país, fue hecho en sigilo, en forma casi oculta.

 

Efectivamente, en la Comisión Bicameral de Digesto Jurídico Argentino, la encargada de descartar leyes que hayan sido superadas por otras nuevas, mandaron a archivo a la ley 1420 por sostener que había sido superada por la ley K de Educación Nacional, que privatizó la educación argentina manteniendo y perfeccionando todos los atropellos de la nefasta Ley Federal de Educación de Menem. La maniobra sigilosa y clandestina reside en que lo único que sigue vigente de la Ley 1420 es su artículo Nº 8, que textualmente plantea que las clases de religión son optativas, fuera del horario escolar, a cargo de los referentes de cada uno de todos los cultos y sólo con autorización expresa de los padres. Lo hicieron porque ninguna de las leyes K de educación aprobadas por el Congreso derogó explícitamente el carácter laico de la educación pública.

 

La eliminación de la "1420" y de su artículo 8 refuerza el intento reaccionario de la Iglesia y del partido gobernante de establecer la educación religiosa obligatoria, como hizo el gobernador del FpV salteño Urtubey, algo hasta ahora inconstitucional y que está apelado por esa situación a la espera de resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

 

Pero es más que eso. Es el retroceso en los contenidos, la inexistencia de la educación sexual a pesar de la demagogia alrededor de la Educación Sexual Integral, que escasamente llega a las aulas, y la involución a la prehistoria de la ciencia, torpedeando los diseños curriculares de Biología, Ciencias Naturales e Historia, en los cuales, crecientemente, se eliminan los contenidos ligados al origen del hombre.

 

Es una avanzada para erradicar de la educación pública los avances y descubrimientos científicos de fondo. Algo en lo que ya avanzó el kirchnerismo con la reforma educativa establecida por sus leyes, erigiendo el concepto de "ciencia escolar", según la cual en la escuela no se enseña ciencia, sino el resultado de la conjunción entre ciencia y las formas didácticas de transmisión, base para la construcción de otro relato que licúa todos los contenidos científicos de la educación.

 

Por último, es el más magnífico respaldo al sostenimiento de las escuelas privadas, mayoritariamente clericales, desde la ley de Educación Libre de Frondizi, el primero en ir a fondo contra la educación laica, y que abrió la puerta a la educación privada en la Argentina.

 

El Partido Obrero y el Frente de Izquierda se oponen por completo a esta avanzada medieval, presentaremos un proyecto de ley de restitución completa de la Ley 1420 y de vigencia de su artículo 8, y la necesidad de derogar, en defensa de la educación pública, las leyes K en educación.