Políticas

4/11/2004|875

Un segundo mandato para el criminal

No es claro que Bush haya ganado leal o legalmen­te tas elecciones norteamericanas. Las contradic­ciones del escrutinio son numerosas: desde los re­sultados en boca de urna que daban ganador a su rival, hasta las irregularidades en el conteo en al­gunos estados. Bush quedó al frente, en forma compacta, en los estados de menor desarrollo ca­pitalista; perdió claramente en los de California, Washington, Nueva York y Massachusetts -donde se concentran tas industrias de alta tecnología y las principales bolsas y bancos.


La reelección de Bush recuerda a la de Menem, en 1995, porque ambos ganaron en nombre de un sistema agotado. La incapacidad de la burguesía norteamericana para salir a tiempo y en forma de Bush (y de Irak) tendrá, con toda probabilidad, el mismo resultado que la incapacidad de los capita­listas para deshacerse de Menem y Cavallo en el momento idealmente más oportuno.


El Argentinazo se incubó en aquella reelección.


De las elecciones que terminaron el martes, los norteamericanos salen más politizados —como lo demostraron las manifestaciones durante la cam­paña y el incremento del 20% en la asistencia a las urnas.


Dada la tendencia norteamericana de exportar sus ‘modelos’ y ‘modales’ es muy posible que asistamos a una politización sin precedentes en el pla­no internacional.


La causa de esto sería, en realidad, el imparable proceso de crisis financieras y económicas y, sobre todo, la guerra.


El criminal va a utilizar su triunfo para incrementar la guerra contra Irak y arrasar la ciudad de Falluja.


La lucha contra la guerra Imperialista está más que nunca a la orden del dia.