Políticas

25/4/1991|328

Un virrey en la Rosada…

¡...el pueblo a la Plaza!

A ningún argentino se le escapa que el país está gobernado por el embajador norteamericano. La prensa lo ilustra todos los días.

Como consecuencia de esto el Estado nacional apoyó directamente el genocidio perpetrado en el Golfo Pérsico, junto a los ocupantes de Malvinas, a Bush y a Gorbachov.

También como consecuencia de esto se han rematado los teléfonos y los aviones, y en pocos días más van a rematar a los jubilados. El espionaje yanqui acaba de recibir la autorización oficial.

El nacionalismo burgués representado por el justicialismo ha completado el viraje de la demagogia antiimperialista al proimperialismo desaforado.

Los trabajadores de Argentina necesitan una organización política independiente. La victoria de la huelga ferroviaria y la reciente victoria catamarqueña que volteó a Saadi son una demostración del progreso de la rebelión popular contra la colonización imperialista.

Es un deber de todos los explotados y de sus organizaciones apoyar la lucha de los trabajadores de Acindar contra los despidos masivos, para obtener así una tercera victoria popular. Acindar fue bajo la dictadura un centro de torturadores, hagámosle morder el polvo de la derrota.

Reclamemos todos juntos la huelga general contra esta feroz política anti-obrera.

El 1° de Mayo estaremos en la Plaza para dar unidad y perspectiva políticas a la lucha de los trabajadores y de los demócratas: por un gobierno de trabajadores.

Estaremos también para reivindicar el internacionalismo de esta histórica jornada, proclamando nuestra solidaridad con los ferroviarios norteamericanos; con los palestinos de la intifada: con los mineros, petroleros y metalúrgicos soviéticos que se levantan contra la burocracia restauradora del capitalismo; con nuestros hermanos explotados de América Latina.

Trabajadores de Argentina, uníos.

Trabajadores de todos los países, uníos.