Políticas

12/7/2023|1672

EDITORIAL

Un voto que les duela a los dueños del poder

La fórmula Gabriel Solano-Vilma Ripoll no es solo una boleta.

Gabriel Solano yVilma Ripoll

"Massa es el plan A del círculo rojo". La frase de Juan Grabois, en la semana que dio inicio formal a la campaña presidencial, es una definición que no puede dejar de llamar la atención. El contrincante en la interna de Unión por la Patria calificó al candidato oficial de la cúpula del peronismo como un agente de los dueños del poder, sin retirarse del frente y, al contrario, manteniéndose para que los votos no fluyan a la izquierda. En lo que aparece como una chicana política o incluso faccional hay una confesión de partes que evidencia a todo un frente político y al régimen al que pertenece.

Patas en la fuente

“La patria sos vos, vamos a defenderla”. Si el spot de Massa buscaba diferenciarse, lo logró. No necesariamente del resto de la producción audiovisual, pero sí de su propia carrera: habla de sentimientos de patriotismo un asiduo visitante de la embajada norteamericana, un tipo que acompañó al lado de la boleta presidencial a Alvaro Alsogaray en 1989, un dirigente de la Ucedé que defendió a Menem, un político que viajó con Macri a Davos, un ministro que en diez meses aumentó la pobreza en más de tres millones de personas, recortando gasto primario, jubilaciones, asignaciones familiares. Si ellos son la patria, somos extranjeros.

Cristina Fernández no apoya a Massa a pesar de todo eso, sino efectivamente por ello: el peronismo ya se conformó orgánicamente como una fuerza que permite entregar el país al FMI.

Massa es la “síntesis” por la posibilidad de llevar adelante tareas de ajuste con mayor eficacia que el resto de los candidatos patronales. El apoyo de la CGT a su candidatura, en un acto traidor más de la burocracia sindical, se inscribe en esa dinámica. El contraste con la Unidad Piquetera y el Polo Obrero, que acamparon con lluvia contra el ajuste de Tolosa Paz y que este jueves se movilizaron contra el Salario Mínimo de hambre, es brutal. El lado a elegir es claro.

De todas formas, el operativo forma parte de un intento comunicacional de abordaje general. Massa participó de un acto con organismos de derechos humanos en la repatriación de un avión por los vuelos de la muerte, habló del “aporte solidario” a las grandes fortunas y de la recuperación de YPF. En algún momento harán una foto suya con las patas en la fuente de Plaza de Mayo. El operativo es simple: vestir de progresista a un operador de lo más rancio de la derecha proimperialista argentina.

No obstante, más allá de los recursos del marketing discursivo, la semana deja en claro las perspectivas del peronismo. En el acto del domingo pasado, tanto Cristina como Massa dejaron en claro que no había Gasoducto Presidente Néstor Kirchner sin Chevron. Les faltó decir, nomás, que completa el negocio con Chevron, una multinacional que hizo un acuerdo “secreto” con CFK, que le dio 0% de retenciones y 20% de disponibilidad de divisas. A su vez, el gobierno nacional había generado expectativa con un anuncio hacia los jubilados. La resolución muestra su cara más miserable: líneas de crédito para endeudarse. Todo mientras YPF encabezó un aumento del 4,5% de las naftas en los primeros días de la “soberanía energética”.

Este operativo se completa con la interna de UxP. En Salliqueló, Grabois buscó separarse de su contrincante planteando que él viajó en micro. Escuchó paciente y aplaudió como buen "candidato que no es". Pero preparó la maniobra, dijo que lo que no escucha es que el gas llegue a los barrios, pasando por alto que va en la lista del gobernador que no lo lleva a los barrios, especialmente los populares, porque se lo cobra a los frentistas.

Sobredosis de TV

El menú de videos televisivos mostró también, a su modo, a la interna de Juntos por el Cambio. Muchas veces planteamos desde estas páginas que, más allá de faccionalismos internos, la disputa Larreta-Bullrich se origina en el fracaso del gobierno de Macri. "Horacio" dijo que no quiere seguir "por esa senda que fracasó".

Bullrich indicó, por su parte, que su programa se defiende en las calles. Sabe que el ajuste tiene un costo: el vicepresidente de su socio, Gerardo Morales, bien lo conoce. Algún analista podría especular, al menos, que lo de Bullrich no ahorra sinceridad. Esto también es falso, en tanto y en cuanto se basa en la premisa de que la culpa de los problemas de los trabajadores es de ellos mismos. La crisis económica sería por el costo laboral, con salarios bajísimos, o de las movilizaciones, aunque más de la mitad de los pibes no llegan a fin de mes. La exministra de Trabajo de La Alianza dice que con ellas terminan los piquetes. Sobre la pobreza no asegura nada. Pero vale recordar que el gobierno de la Alianza, que ella integró, produjo el mayor de los piquetes conocidos: el Argentinazo, que puso a De la Rúa y Cavallo en el helicóptero.

Busca, con esto, cumplir con los intereses de la burguesía, que hoy ve en ella una opción más viable que Milei para hacer algo parecido. El facholibertario mostró su peor cara: el armado de listas con venta de cargos. Una versión burda de la cartelización de la obra pública, los subsidios al capital o el negociado de la deuda, entre otras delicias de la política capitalista. La casta es el capital, Milei es solo su extremo.

Los custodios de la República recibieron el guiño de la Justicia para que Macri tenga en la Ciudad a un candidato que cuide su caja, aunque no tenga los papeles en orden. En la Ciudad, la Corte Suprema no sería competente. Aquellos que confirmen la tesis de una justicia macrista, sin embargo, tendrían que explicar por qué en Santa Cruz se quiere condenar por intento de homicidio e incluso femicidio a activistas que se movilizaron para cobrar su salario en 2017 a la casa de Alicia Kirchner. Partidos judiciales tienen todos.

Adelanta

Poner en evidencia al FMI vestido de seda y a la derecha que quiere plantarse en la calle con armas implica una pelea sin concesiones. Esto no solo no impide sino que hace más necesaria que nunca una discusión sobre qué izquierda y qué Frente de Izquierda queremos. Es por eso que hace una semana Gabriel Solano propuso a tal fin un debate con Myriam Bregman. Todavía no recibimos respuesta de parte de ella ni de su partido.

La batalla planteada en la crisis de fondo que atraviesa el país requiere una delimitación consistente de todas las fuerzas del régimen. Por eso es negativo, por ejemplo, para una fuerza como el FIT-U, que una precandidata a presidenta priorice cuestiones de otro orden a las diferencias de clase y emparente al frente con las fuerzas tradicionales. Eso hicieron desde el PTS al decir “solo hay dos mujeres candidatas a la presidencia entre las alianzas más importantes: Bullrich y Bregman”. Vanina Biasi, candidata a jefa de Gobierno de nuestra lista, fue contundente al respecto: “La presencia de Bullrich a la cabeza de una lista nada tiene que ver con nuestra lucha ni con la cuestión de género. Nuestra presencia en las listas del FIT-U nada tiene que ver con la ‘paridad de género’ votada en el Congreso, que no exige en ningún caso que encabecen mujeres en cargos ejecutivos ni en legislativos (…) y menos ignorando a otras candidatas de izquierda”.

Una izquierda que se plante debe también poner sus energías con prioridad absoluta en los problemas de la lucha de clases. No hablamos, simplemente, de “estar”: una izquierda verdaderamente revolucionaria tiene que hundir raíces en la organización del pueblo. Ponerse al lado de un piquete o una movilización no implica jugársela a organizarla. Estar al lado no es lo mismo que ser parte. Organizar los barrios contra los punteros o practicar el frente de clase para recuperar los sindicatos son tareas estratégicas que merecen debate. Bregman debería explicar en un debate por qué dice que el PO eligió una interna cuando el PTS la consagró candidata junto a Vilca y después Del Caño hace un año exactamente. ¿Era la forma de reunir fuerzas para enfrentar la ofensiva fondomonetarista que ya estaba en pleno desarrollo?

Un voto que verdaderamente le duela a los dueños del poder y al círculo rojo no puede omitir estas cuestiones. Una imagen simple podría resumir lo que para nosotros es una campaña electoral: Gabriel Solano, precandidato a presidente por el PO-FITU (único en ir a Jujuy), junto con el Partido Obrero de Santa Cruz, apoyando a los trabajadores de YCRT Punta Loyola a las 5 am en un corte de ruta. Esto último ocurrió el pasado martes 12 de julio.

Algunos conocedores de marketing suelen decir que cosas de ese tipo atrasan. ¿Y si, en realidad, adelantan?

https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/reivindicamos-la-lucha-del-movimiento-piquetero-independiente