Políticas

24/11/2018

Una ciudad militarizada para recibir a los hambreadores del mundo

Los violentos estarán adentro de Costa Salguero.

Una ciudad vacía, paralizada y militarizada es el objetivo que se fijó el gobierno nacional para recibir la semana próxima –en la reunión del denominado G20– a los mayores responsables de las masacres a los pueblos de distintos países dependientes y coloniales del planeta, los responsables de la hambruna que hoy alcanza a más de 800 millones de personas y los que hoy avanzan hacia una creciente guerra comercial que se perfila como el inicio de eventuales enfrentamientos militares que, a su turno, provocarían mayores tormentos para la población de todos los países del mundo.


Desde el Ministerio de Seguridad, que comanda Patricia Bullrich, se ha montado en la ciudad de Buenos Aires uno de los mayores operativos de represión de la historia. No solo se colocarán miles y miles de efectivos en la calle, sino que los “ilustres visitantes” aportaron material (tanquetas chinas, lanchas israelíes) para responder a los reclamos de extrema seguridad de los mandatarios y tratar de evitar toda manifestación opositora a la reunión.


Además, ya comenzaron a llegar efectivos y aviones de distintos países que manejan el G20 –EE.UU. Reino Unido. Alemania, Francia, Rusia y China– que intervendrán en tareas internas de inteligencia y seguridad.


La ministra Bullrich ha desplegado todo su arsenal de ataque a los más elementales derechos democráticos. El gobierno, que frente a movilizaciones populares enarbola el derecho a transitar para atacarlas, impone ahora que no solo una parte importante de la ciudad esté vedada a la circulación de personas, sino que tampoco se podrá disponer, durante dos días, de una parte importante de los medios de locomoción (trenes, subtes y parcialmente colectivos y accesos) que utiliza la población trabajadora.


Y esto no solo en la Capital, sino también en el Gran Buenos Aires, ya que no circularán por allí los trenes que todos los días utilizan centenares de miles de obreros, empleados y estudiantes. Que el operativo está abiertamente dirigido a evitar la circulación –y la movilización– sin importar si la misma se encuentra o no en la “zona de exclusión” es que durante el viernes y el sábado, dejarán de prestar servicios los trenes del Sarmiento, que parten de Once y los del Urquiza, que lo hacen desde Federico Lacroze.


Para que la parálisis sea prácticamente total, el gobierno decretó que el viernes y sábado sea feriado en la ciudad de Buenos Aires. Bullrich se destapó con la recomendación a los porteños de que se vayan de la ciudad. Un insólito llamado a un éxodo en masa de más de 3 millones de habitantes, con el único objetivo de generar un clima represivo y opresivo, que va en línea con la política más general del gobierno para enfrentar las peleas obreras y populares contra el ajuste.


La preocupación del gobierno por evitar toda manifestación opositora fue recuperada por el oficialista Clarín (23/11) que, al comentar el bloqueo y su objetivo de que se dificulte la circulación de las personas, se refiere con ello a la realización de distintas marchas de repudio contra los mandatarios imperialistas del G20.


En un intento de colocar la responsabilidad de una eventual represión sobre los sectores populares que se manifiesten, Patricia Bullrich, la defensora de todos los atropellos policiales, de gendarmes y militares, que ya han sido los responsables de varios asesinatos de jóvenes y activistas populares –Maldonado, Rafael Nahuel, ´doctrina Chocobar´– pretendió ´encomendarle´ a Adolfo Pérez Esquivel que interviniera para evitar situaciones de violencia,  en una carta donde, además, vincula sibilinamente los “atentados” –falsos o de dudoso origen–, potenciados por su propia cartera, con las movilizaciones de repudio a realizarse.


La repuesta de Pérez Esquivel fue que “no podemos asumir responsabilidades que no nos correspondan”. Que “el Estado argentino cumpla con su responsabilidad de garantizar efectivamente nuestros derechos, sin provocar ni amedrentar a la población, imposibilitar su movimiento”.


Cumbre imperialista


Lo que el gobierno intenta ocultar es que los verdaderos violentos, los responsables del hambre, el saqueo y las masacres en el mundo, van a estar dentro de Costa Salguero, donde se desarrollará la reunión del G20.


El carácter subordinado al imperialismo del gobierno lo manifestó, quizá de la manera más clara, Hernán Lombardi, ajustador serial de medios de difusión públicos y a cargo de la coordinación del operativo por la Cumbre del G20. "Es –dijo– uno de los eventos más importantes de la historia argentina”.


Lejos de ser una reunión ´pacífica, allí se potenciarán los enfrentamientos entre los Estados Unidos y China y los del gobierno de Donald Trump y la burguesía imperialista yanqui con la europea, encabezada por el francés Emmanuel Macron y el alemán de Angela Merkel, en defensa de los respectivos intereses capitalistas.


Pero en Costa Salguero también discutirán la guerra contra los trabajadores –entre otras cosas, las reformas previsionales y laborales.


La Conferencia Latinoamericana realizada el fin de semana pasado en Buenos Aires por iniciativa del Partido Obrero y el PT de Uruguay, apoyó la convocatoria a movilizarse el próximo 30 contra el G20 y llamó a organizar para esa fecha manifestaciones y actos en todos los países del continente.


El Partido Obrero en el Frente de Izquierda se movilizará el 30, a las 14 horas hacia las avenidas San Juan y 9 de Julio, en la Ciudad de Buenos Aires, y también en todas las principales ciudades del país para repudiar al G20 y a los mandatarios de los países responsables del hambre y las masacres en el mundo.


TE PUEDE INTERESAR:


G20, vamos por una movilización continental

En esta nota