La Junta Interna de ATE Indec dio a conocer la actualización del informe que elaboran mes a mes respecto al valor de la canasta básica familiar que debería tomarse como piso para las negociaciones salariales. El número publicado asciende a $931.323: casi un millón de pesos, a los cuales no accede la mayoría de los trabajadores y lejos de la canasta básica que mide el Indec en casi $600.000 o los $156.000 de salario mínimo de miseria.

En el informe dado a conocer, desde la ATE Indec señalan que “Este valor se compone de $341.302 –necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima- y de $ 590.021-para acceder a otros bienes y servicios básicos”. Aclarando que el cálculo de la misma no sigue la metodología actual utilizada por el indec sino “las llamadas Canastas de Consumos Mínimos” aún no utilizada en las mediciones oficiales.

Este trabajo de la Junta Interna de trabajadores del INDEC demuestra que el salario, para cubrir una verdadera canasta familiar debería ser un millón, indexado a enero. Esto no se conseguirá divididos entre estatales y privados, ni gremio por gremio, es una lucha de conjunto. pic.twitter.com/aTH3QZBX0S

— Néstor Pitrola (@nestorpitrola) February 15, 2024

Con salarios que no alcanzan siquiera la canasta básica oficial de $596.823 y una pérdida salarial promedio del 13,7% solo para el mes de diciembre estamos ante un agravamiento profundo de la crisis social, con ajuste en los ingresos de los trabajadores y una transferencia de recursos a las patronales, beneficiadas con la liberación de tarifas y precios del gobierno de Milei.

En este cuadro, la burocracia sindical mantiene la quietud que la caracteriza, cuando está amenazada la paritaria docente nacional y regreso a clases, ante los recortes del gobierno nacional, y cuando la inflación acumulada del 51,4% en dos meses hace estragos con las cuotas paritarias pendientes y las negociaciones aisladas gremio por gremio.

O lo ocurrido recientemente en las negociaciones paritarias del gremio de comercio, con un aumento que llevó el básico salarial a $573.423 (Infobae, 13/2), por debajo incuso de la canasta básica de enero del 2024.

Estamos ante una ofensiva general del gobierno contra los trabajadores, que como bien admitió el presidente Javier Milei tiene el propósito de licuar los ingresos salariales y populares por vía de la inflación y las sucesivas devaluaciones, que alimentan aún más esta escalada de precios contra los salarios.

Según destaca el informe de ATE Indec “en los dos primeros meses de gestión y según los pronósticos hechos por los especialistas la pérdida del poder de compra de los salarios estos últimos dos meses es de alrededor de un 17%”.

La clase trabajadora no puede asistir a este escenario de ofensiva de forma aislada y pasiva, sino oponiendo un planteo de fondo que implique la recomposición general de los salarios, partiendo del piso salarial medido por la Junta Interna de ATE Indec, como base para todas las negociaciones paritarias.

Esto demanda una acción coordinada y colectiva de las centrales obreras que la burocracia sindical no organiza, lo que requiere de una asamblea nacional de trabajadores ocupados y desocupados, y de los movimientos de lucha contra el ajuste de Milei, para derrotar a los ajustadores y abrir paso a las reivindicaciones sindicales y populares.

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