Políticas

28/6/2021

Una gran campaña en la docencia porteña por el congreso del FIT-U y listas únicas

Tribuna Docente encabeza una iniciativa de pronunciamientos por un congreso del FIT-U, que promueva la deliberación y la movilización política de los trabajadores por una alternativa propia.

Consejo Directivo de Ademys

La docencia porteña ha protagonizado una lucha tenaz contra la presencialidad sin condiciones desde el inicio de la pandemia. Durante la crisis sanitaria hubo una política aperturista que destacó al gobierno porteño, pero a la que luego se confesaron adherentes el propio gobierno nacional y los distintos gobiernos provinciales, incluido el kirchnerista Kicillof. El gobierno nacional cacareó, pero nunca le puso un freno a la política de Larreta y Acuña desde su comienzo. Esto se explica porque ambos tienen una orientación común de reducción del déficit fiscal en línea con los requerimientos de ajuste del FMI. Así coincidieron en no restringir la actividad productiva luego del primer aislamiento, que empalma con el impedimento de muchos trabajadores de acudir a sus puestos de trabajo con sus hijos en la casa. Por este mismo lineamiento es que se resistieron también a destinar los recursos económicos para asistir a la población trabajadora que se vería afectada por las limitaciones necesarias para afrontar la pandemia, como el recorte del IFE.

La burocracia celeste comprometida con la “paz social” que intenta imponer el gobierno de los Fernández, al cual está completamente integrada, nunca se jugó a organizar la docencia para derrotar la política de aperturas criminales de Larreta. Simplemente se limitó a pronunciamientos de sus voceros en los canales oficialistas y convocatorias testimoniales en redes sociales.

Los docentes somos convocados a una presencialidad completa ante el cuadro de una inminente tercera ola que se anuncia sin que hayamos pasado la segunda, sin el personal vacunado con el esquema completo, con escuelas en ruinas y sin calefacción adecuada en el marco de una ola de frío polar en aulas que deben permanecer con las ventanas abiertas por la ventilación cruzada. Además, frente los mazazos con los que castiga mes a mes la inflación al salario, los trabajadores de la educación tenemos planteada la lucha por la reapertura de las paritarias.

En ese marco, resulta fundamental unir a los sectores que enfrentan el ajuste mediante la deliberación de los trabajadores para superar el cerco de la burocracia sindical. Para conquistar nuestras reivindicaciones, es necesario la movilización política bajo el método de frente único. Pero resulta fundamental también reforzar una alternativa política propia que dispute a las amplias capas de trabajadores defraudados con el gobierno de los Fernández y el peronismo y que al mismo tiempo sufren cotidianamente la política criminal del macrismo en la Ciudad.

En el activismo docente hay un sector que pertenece a la base social del gobierno nacional, y que fue defraudado por Trotta, Kicillof y el propio Alberto. Es una tarea política fundamental ganar a estos compañeros a la comprensión de cual es el contenido de la orientación del peronismo y del gobierno de los Fernández. Tenemos por delante la tarea de conducir a la docencia a una conclusión fundamental: la salida a esta situación radica en impulsar una estructuración política y social de los propios trabajadores sobre una base socialista. La principal tarea de la izquierda es ser protagonista de esa estructuración política de los trabajadores en todos los planos.

En estas condiciones, el Frente de Izquierda – Unidad tiene una oportunidad que debemos explotar con un método de frente único y de movilización política junto a las y los activistas que están luchando y enfrentando el ajuste. Por eso resulta fundamental que tomemos la propuesta de realizar un congreso común de todos los partidos que lo componen, que permita la deliberación programática de los que luchan y la lucha política en todos los planos.

Un simple armado electoral en base a figuras resulta insuficiente para articular la movilización política necesaria para el triunfo de una salida de los trabajadores. Por eso es que rechazamos la propuesta de unas Paso para dirimir candidaturas. Un debate fratricida e internista de la izquierda dispersaría los esfuerzos que deben estar destinados a enfrentar a los candidatos del régimen. No será otro el resultado de unas Paso en las que la agitación sin un programa común contra los bloques patronales sea reemplazado por una compulsa de candidaturas por representar el espacio de la izquierda.

Vamos por un congreso del Frente de Izquierda – Unidad para discutir un programa y listas comunes, que sirva como canal para movilizar a miles de compañeros por una salida de la izquierda y los trabajadores a la crisis del régimen. Ganemos a la docencia a esta perspectiva.