Políticas

30/10/1998|606

¿Una interna ‘arreglada’?

Finalmente, hubo ‘acuerdo’ para realizar las internas que deben decidir la fórmula presidencial de la Alianza. Fue sobre el umbral mismo del fracaso cuando se desechó una “postergación” para no dejar expuesta a la Alianza como un rejunte “atado con alambre” (Página 12, 23/10).


Pero, ¿hubo ‘acuerdo’? La UCR aceptó que, en caso de perder, Fernández Meijide no estaría obligada a asumir la candidatura de vicepresidente. Más que una concesión, fue sin embargo, una necesidad, porque la Alianza no tendría otro candidato ‘fuerte’ para la gobernación de Buenos Aires (Clarín, 29/10). Por esta misma razón, el aparato radical quiere que De la Rúa gane, pero sin establecer una”gran diferencia”, de modo tal que ‘ella’ no quede en la lona. El escrutinio, entonces, ya está medio ‘dibujado’. Se trata de un asunto que el propio Chacho Alvarez conoce bien, pues en la anterior interna presidencial se declaró derrotado (ante Bordón) antes del recuento final de los votos. Según lo admitió después, esto era “políticamente conveniente”. ¿La conveniencia le toca ahora a De la Rúa?


La UCR, no obstante, no concedió nada a la petición del Frepaso de establecer un reparto de candidaturas en las listas de diputados. Por eso, el pacto de última hora “no clausura los tirones”, marcados por el “tobogán descendente” por el cual marchan las encuestas sobre la adhesión electoral a la Alianza (Clarín, 27/10).


Claro que no son las ‘peleas’ las que socavan la base electoral de la Alianza.


Al día siguiente del festejo por el ‘acuerdo’, el gobernador radical de Río Negro atacaba con una banda de lúmpenes a los manifestantes de los gremios estatales de la CTA, que reclamaban contra una reducción de sus salarios decretada por el señor Verani. Veinticuatro horas después, el presidenciable De la Rúa reunió en el Teatro Opera a los principales empresarios del país. En la selecta platea, se encontraban los representantes de los principales grupos privatizadores y la jefatura del Exxel Group, heredera del legado de Yabrán. El presidenciable”evitó pronunciarse sobre el modelo menemista (…) porque confunde a la gente” (Clarín, 29/19). De paso anunció que Ricardo López Murphy, un hombre que se encuentra a la derecha de Cavallo, si esto fuera posible, podría ser su ministro de Economía. Rodríguez Giavarini, hombre vinculado al clero, sería el candidato para la Cancillería.