Una oposición que no se opone a nada
El acuerdo cívico de Zarate
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En Zárate se ha conformado un acuerdo entre el PS, la UCR y el ARI. Se presentan como “la oposición”. Su candidato es el socialista Cáffaro, que ha sido diputado provincial durante los últimos cuatro años sin que se le conozca un solo proyecto en beneficio de los trabajadores.
El rol de los socialistas zarateños está mucho más claro: fueron parte integral del régimen político del distrito. Votaron con el oficialismo del intendente Bernués el último presupuesto, lo que significa compartir con él los salarios municipales de pobreza. También significa que acordaban con el oficialismo en que no se cobren impuestos a las grandes empresas para sustentar las obras públicas necesarias. A los opositores no se les ocurrió destinar una partida para la construcción de la planta depuradora, construir las redes de agua y cloacas, o el imperioso plan de viviendas. Menos todavía impulsar una movilización desde sus bancas por ese objetivo.
El PS ha jugado un papel destacado en garantizar la defensa de la burocracia de la Cooperativa Eléctrica de Zárate, ante la desaparición de 15 millones recaudados para hacer las obras de agua y cloacas. La concejal socialista Claudia Menéndez apoyó entusiasta el proceso político de estatización y reprivatización de Aguas. Se repartieron entre las distintas cajas políticas los fondos que se habían recaudado para construir las obras.
Cáffaro es conocido por sus aceitados vínculos con los dirigentes socialistas Basteiro y Rivas. Los dos son hoy funcionarios del gobierno Kirchner. Cáffaro ha a declarado su apoyo al ingreso de Rivas como vicejefe del Gabinete, diciendo que “nos va a beneficiar en caso de que seamos gobierno". O sea que para Cáffaro la mejor oposición es la que está en el gobierno.
Los radicales ‘progres’ de Zárate ya habían anunciado su apoyo a Lavagna. Como ya el ARI apoya a la clerical y antiabortista Lilita Carrió. El frente “opositor” se consagra como una colectora “progresista” de votos a los candidatos derechistas nacionales.
El Partido Comunista no ha ingresado al acuerdo, pero participó del acto de proclamación y no oculta las ganas de sumarse. Ha formado lista propia… hasta que le ofrezcan un puesto expectable.
Hay un dato que vale más que todas las explicaciones sobre el carácter de este frente. En las luchas populares de los últimos dos años no se vio a Cáffaro ni a ninguno de los integrantes de este frente. Las necesidades populares no están en su agenda. Cáffaro ya anunció que su plan de gobierno sería discutido con medios empresarios. Estamos ante un agrupamiento de arribistas políticos enemigos de la clase obrera.
A los trabajadores que por miles se han lanzado a la lucha, pero también a los que todavía no lo hicieron, se les plantea la construcción de una alternativa de oposición obrera y realmente socialista.