Políticas

31/3/2011|1170

Una propuesta nacionalista que desnuda a los gobiernos nacionalistas

Un planteo del ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia, publicado en un semanario de Salta, desnuda como pocos la incapacidad irreversible de los gobiernos nacionalistas de América Latina para desarrollar posiciones antiimperialistas mínimas. Soliz Rada, que fue expulsado por Evo Morales cuando se opuso a los arreglos del MAS con Petrobras, señala algo elemental: la mejor oposición a la intervención imperialista en Libia sería repatriar las reservas que los Evo, Chávez, K y otros tienen depositadas en los bancos centrales de los países de la Otan y constituir con ellas el famoso Banco del Sur, que nunca sale de los papeles. Soliz denuncia que Bolivia tiene sus reservas en bancos privados de Francia, por las que cobra un interés inferior al 0,55%. Todavía peor es lo que ocurre con Argentina, que tiene la mayor parte de las reservas repartidas entre el Banco de Ajustes de Basilea y la Reserva Federal de Estados Unidos, donde recoge menos que lo que recibe Bolivia. Argentina destina, además, esas reservas a pagar la deuda externa, lo que equivale a contribuir al financiamiento de la guerra contra Libia, o paga el 11% anual para absorber los pesos con los cuales compra las divisas que van a esas reservas. Un destino superior sería destinarlos al Banco del Sur -siempre con la salvedad de que sea un banco efectivamente independiente, bajo control de los trabajadores, que sirva a financiar inversiones públicas de industrialización, no a enriquecer los bolsillos de los capitales nacionales y extranjeros, como ocurre ahora con la plata de la Anses, por ejemplo.

Soliz Rada, en su séptima década de vida, es un ícono del nacionalismo pequeño burgués latinoamericano. Nadie mejor que él para dejar al desnudo la miseria política del nacionalismo burgués que gobierna en América Latina.