Políticas

29/5/1997|541

Una provincia cortada por los piqueteros

Jujuy es un polvorín; a los cortes de ruta que se suceden sin solución de continuidad, se les ha sumado un paro provincial convocado por el Frente de Gremios Estatales.


Perico, Palpalá, San Pedro, La Quiaca, La Mendieta, Abra Pampa, distintas localidades se van sumando. Y no paran de sumarse. Mientras tanto, los pobladores de Libertador General San Martín que comenzaron este movimiento y donde la represión de la Gendarmería arreció la semana pasada, han retomado el corte de ruta, luego de haberlo suspendido el pasado jueves 22. Esta localidad es estratégica, ya que es asiento del ingenio y la Papelera Ledesma, y de una moderna planta industrial de jugos, también propiedad de los Blaquier.


Un gobierno provincial fantasma


El crecimiento geométrico de los cortes de ruta tiene una sencilla explicación: el abismo que existe entre la oferta gubernamental y las necesidades de los trabajadores. Mientras el gobierno provincial promete, como simple intermediario títere del gobierno menemista, crear 2.400 puestos de trabajo para toda la provincia; en una sola de las localidades en conflicto, San Pedro, se solicita la implementación de fuentes de trabajo para más de 4.000 desocupados. Por supuesto que la ‘solución’ acercada por el gobierno nacional, aparte de insuficiente, no consiste en otra cosa que el nefasto ‘Programa Trabajar II’, por 200 pesos, que se convierten en 150 pesos cuando son las municipalidades las que ofrecen el ‘trabajo’. Esto explica porqué los piqueteros han rechazado hasta ahora la oferta de Ferraro, gobernador jujeño, quien ya no sabe qué hacer para descomprimir la explosión social. Acorralado por esta rebelión popular, le pidió a la Gendarmería que se retire de las zonas en conflicto, para no terminar incendiando la provincia.


Otro de los ‘paliativos’ anunciados ante la catástrofe asistencial, es la instalación de “dos centros de salud totalmente equipados en Libertador y en San Pedro”(Pregón, 27/5); son simplemente salitas que derivan a los enfermos a San Salvador de Jujuy y que se sostienen con los aportes de una Fundación que percibe donaciones de los propios pobladores del lugar.


“¿Inminente ‘remedio Federal’?”


Así se titula un recuadro del diario Pregón (27/5). “El ‘remedio Federal’ para la provincia, tantas veces rumoreado en el curso de los últimos días, podría producirse de un momento a otro, según los informes recogidos en distintos círculos políticos locales que mantienen un permanente y directo contacto con el gobierno nacional”.


Es sintomático que los representantes del gobierno nacional que vinieron a ‘atender’ la situacion social jujeña, no hayan sido otros que el segundo de Corach y el brigadier Antonietti. El viceministro del Interior, Iribarne, sostuvo que no se podía esperar un solo peso de ayuda, por cuanto “En 1990 Jujuy recibía 150 millones de coparticipación, hoy recibe más de 400 millones, (…) acá el gobierno nacional no hace otra cosa que prestar su asesoramiento y, cuando se lo requieren, como lo ha requerido el gobernador, asistencia técnica” (ídem).


Como paso previo a la intervención (en las actuales circunstancias puede ser suicida), el menemismo intenta una salida que contemple la mediación de la Iglesia. “La sede del Obispado de Jujuy fue en los últimos días escenario de frecuentes encuentros entre responsables de la administración provincial, funcionarios nacionales y las autoridades de la Iglesia católica de Jujuy, para que ésta se convierta en mediadora del conflicto social que sacude a distintos puestos del territorio provincial”. “Ayer fue el viceministro del Interior, Alberto Iribarne, quién concurrió acompañado del secretario de Seguridad Interior, brigadier Andrés Antonietti, quien era otro de los visitantes que habían concurrido al lugar días anteriores”. “Este encuentro con los representantes eclesiales se habría reeditado en horas de la tarde, aunque se desconocen los objetivos y los términos de esas reuniones” (ídem).


Al igual que lo sucedido con el obispo de Orán, en Tartagal, se trata de ir ‘ablandando’ a los piqueteros para buscar una solución ‘pacífica’ y ‘realista’, aceptando la miserable oferta del gobierno nacional. Esta mediación de la Iglesia, paradójicamente, está inscripta en el petitorio del Movimiento de Desocupados de San Pedro, que en el punto 5 solicita la activa participación de la Iglesia en las negociaciones.


Está montado todo un operativo político para desactivar el corte de rutas y abrir la puerta a una Intervención Federal. Por eso el senador nacional jujeño por el PJ, Alberto Tell, pese a que lo desmiente, le da el visto bueno a la Intervención, al afirmar que “La crisis de la provincia supera lo partidario” y que los funcionarios nacionales”tampoco quieren que se superen estas dificultades hoy, y mañana haya otras en La Quiaca, Abra Pampa o cualquier otro lugar’” (ídem). Tarde para el senador, porque allí también han sido cortadas las rutas.


Las multisectoriales versus una salida …


Los movimientos de corte de rutas todavía se encuentran encuadrados dentro de las multisectoriales, en las que actúa también el empresariado. Por ejemplo, la Comisión Multisectorial de Ledesma, que fue a reunirse a San Salvador con el gobernador, estaba compuesta por desocupados y miembros de la Unión de Empresarios de la zona. Uno de los voceros de la Multisectorial era nada menos que el presidente de esta central empresaria, Antonio Alvarez, quien se manifestó en contra de la “cerrada de ruta que pueda terminar en un descalabro”, aclarando que “a pesar de que los ánimos de los ledesmenses están caldeados, nosotros como dirigentes tenemos que tener el suficiente tacto como para no llevar esto a otro desastre”.


En su momento, una docente de Ledesma denunció a los empresarios del lugar por facilitar camiones para su movilidad a las tropas de gendarmería que reprimían.


En este marco, el Frente de Gremios Estatales ha convocado para el día de hoy a un paro provincial y a una movilización frente a la Legislatura, reclamando la renuncia del gobernado Ferrero. Allí, el ‘Perro’ Santillán se manifestó contra la intervención a la provincia.


De lo que se trata es de vincular el polvorín jujeño con las luchas de todo el país (nos acabamos de enterar del corte de rutas en Córdoba), y acabar con este régimen.


• Fuera Ferraro. Huelga provincial hasta obtener los reclamos.


• Por un subsidio a los desocupados de 500 pesos. Salario mínimo para estatales y docentes de 700 pesos.


• Generación de puestos de trabajo a partir de impuestos progresivos a los Blaquier y demás terratenientes e industriales de Jujuy. Plan de Obras Públicas.


• Provincialización de todo ingenio o empresa que despida trabajadores y puesta en funcionamiento bajo contro obrero.


• Apertura de las cuentas del Banco de la Provincia de Jujuy.


• Fuera Menem.


• Por una asamblea nacional de trabajadores y organizaciones en lucha, que resuelva una salida obrera a la crisis.