Políticas

10/11/2011|1202

Una semana decisiva

Abajo la eliminación de las juntas de clasificación

El martes 8, el proyecto macrista que elimina las Juntas de Clasificación docente, e implementa un sistema de designación a dedo de docentes y directivos a cargo del Ministerio, se aprobó en la comisión de Educación de la Legislatura porteña, con el voto de los diputados macristas. La Coalición Cívica votó un proyecto propio, gemelo al de Macri -al cual incluso el macrismo consideró posible apoyar-, y la UCR se abstuvo.

Macri avanzó un paso en la aprobación del proyecto, que podría tratarse el jueves 17 en el recinto.

Afuera, miles de docentes se movilizaron a la Legislatura reclamando el archivo del proyecto. La voluntad de la docencia de defender las Juntas de Clasificación se expresó nuevamente en una movilización masiva y un paro de más del 95% de acatamiento. La sesión debió realizarse a puertas cerradas y con un vallado que garantizó la Federal, para impedir a los docentes hacer oír su voz en la comisión.

Balance electoral y perspectivas

La votación en la comisión se produjo días después de que mas de 25 mil docentes concurrieran a votar sus representantes en las Juntas de Clasificación. Las elecciones del jueves 3 fueron una demostración de fuerza. El gobierno fue derrotado en su intento de levantarlas -incluso retiró su representante en la Junta electoral-. La cantidad de votantes fue superior a elecciones anteriores. Se impuso UTE con más de 10 mil votos, pero la novedad fue la gran elección de Ademys, que conquistó el segundo lugar en la Junta de Disciplina -donde votan todos los docentes- con más de 6.000 votos.

Ademys desplazó a los sindicatos más vinculados al Gobierno de la Ciudad -Camyp, UDA, etc. La votación de Ademys expresó el respaldo creciente al bloque combativo e independiente que se forjó en el apoyo a la huelga de Santa Cruz, garantizando medidas de fuerza contra la burocracia de UTE y Ctera. En el cuadro actual, Ademys jugó el rol de organizar a la docencia en asambleas abiertas, convocando a parar cuando la posición de la Celeste de UTE era “no parar hasta que el proyecto se trate en el recinto”, y arrastrando a la propia UTE a parar. Tribuna Docente y las agrupaciones de la izquierda en Ademys fueron fundamentales para imprimirle esta dinámica al sindicato.

Los más de 6.000 votos a Ademys son una demostración de una tendencia profunda de independencia política, y una expresión de rechazo a la política de capitulación de la burocracia kirchnerista frente a Macri. La burocracia actúa presionada por el gobierno nacional, cuyo ministro Sileoni sostuvo que “primero está el derecho de los alumnos a tener clase” -en un aval explícito al intento de Macri de destruir el estatuto.

Organizar la huelga general

En las elecciones y en la movilización, la docencia hizo una demostración contundente.

El mismo martes 8, la movilización docente llegó a la puerta de la Legislatura sobrepasando el vallado policial.

En la asamblea posterior, convocada por Ademys, se votó parar y acampar el día del tratamiento del proyecto, así como exigir el paro nacional a la Ctera para defender el estatuto. A propuesta de Tribuna Docente, la asamblea se pronunció por una campaña de mandatos por la huelga por tiempo indeterminado. El planteo de la huelga por tiempo indefinido comienza a madurar, porque se percibe como la única para dar una respuesta contundente al avance del gobierno.

Tribuna Docente está empeñada en desarrollar una perspectiva en las asambleas de distrito y de escuela.