La reforma electoral que impulsa el macrismo refuerza las características proscriptivas que tiene la ley vigente, votada durante la administración kirchnerista. Sucede que mientras el gobierno promete que el voto electrónico y la boleta única serán un golpe al control de la elección por parte del aparato de punteros, el proyecto elaborado termina beneficiando a éstos al mantener la obligatoriedad de los partidos y/o alianzas de elegir sus candidatos en elecciones internas, pero con voto optativo y no obligatorio. Así, al reducirse el universo de votantes el peso relativo de los votos movilizados por los punteros crece significativamente. Y con ello la capacidad de imponer sus candidatos.

El proyecto no sólo contiene la contradicción flagrante de establecer que las PASO son obligatorias para los partidos o alianzas y optativas para el electorado. Esta modificación transformaría el requisito de superar el piso del 1.5%, en más proscriptivo. Esto, porque el porcentaje de cada lista dependerá de un total de votantes condicionado por las características que tengan el resto de las competencias internas. Por ejemplo, si un partido y/o alianza decide ir con una única lista a las PASO seguramente, dado el carácter no obligatorio del voto, movilizará menos a su electorado. Pero si otra fuerza si recurre a las PASO con varias listas tendrá mayor cantidad de votantes. Al final, el porcentaje de votos de cada partido y/o alianza no se relaciona con el electorado en general sino con las internas de otros partidos.

Las PASO fueron introducidas como una vía para superar la atomización política de los partidos tradicionales, mediante un reforzamiento de la intervención del Estado. El balance indica que ha fracasado. El kirchnerismo que impulsó la ley nunca recurrió a ella para resolver sus principales candidaturas presidenciales. La excepción fue la provincia de Buenos Aires, donde no pudo eludir las denuncias de fraude a favor de Aníbal Fernández. La modificación actual podría estar al servicio de que el macrismo intente dispersar al PJ, buscando que se presente en varias listas. Sea así o no, estamos en presencia de un nuevo intento de los gobiernos de turno de manipular el proceso electoral a su favor.

El PO plantea la eliminación de las PASO y de todas las cláusulas proscriptivas. Rechazamos la intervención del Estado y reclamamos la libertad para que los partidos políticos elijan sus candidatos según su programa y estrategia. En nuestro caso, como partido que defiende la causa del socialismo, elegimos nuestros candidatos mediante la deliberación y decisión democrática de nuestros militantes.