“Unidad de la clase obrera y la izquierda para enfrentar la ofensiva capitalista”

En esta plaza, nos acompañan todos los mártires de nuestra construcción revolucionaria, desde Fischer y Bufano hasta Mariano Ferreyra, pasando por todos los compañeros detenidos desaparecidos. Levantamos la bandera de libertad a todos los compañeros presos políticos y el desprocesamiento de todos los luchadores, como nuestros compañeros César Arakaki y Dimas Ponce.


Llegamos a este 1º de Mayo en un nuevo escenario de la lucha de clases nacional e internacional. Se están reuniendo las condiciones de crisis por arriba, de mar de fondo por abajo, para acciones históricas de la clase obrera y del movimiento popular, para nuevas y más profundas jornadas como las de diciembre.


Revolución y contrarrevolución


Este 1º de Mayo se desenvuelve en un nuevo ciclo de guerras imperialistas. Las potencias imperialistas quieren hacer primar a sus monopolios en una nueva fase de la restauración capitalista sobre China y Rusia. Las guerras comerciales están siendo llevadas al plano de la política, y la política al plano militar. No terminaron de celebrar la disolución de la URSS y ya enfrentan tendencias a la disolución de la Unión Europea imperialista, después del Brexit. Hemos entrado en una etapa, en particular después del año 2008, donde la declinación capitalista presenta rebeliones, crisis políticas y de Estado y, por lo tanto, la tendencia a la revolución y la contrarrevolución.


Ese es el período mundial sobre el que llama la atención el Partido Obrero. Ante el belicismo imperialista nos ubicamos en el campo de los pueblos oprimidos y por la salida revolucionaria de los trabajadores, por gobiernos de los trabajadores en todo el mundo, en cada uno de nuestros países, y por la federación socialista de Estados de América Latina, que será la única que una a nuestros pueblos.


Desde ese lugar denunciamos el golpismo en Brasil. El juez Moro y su Justicia actúan por cuenta del Departamento de Estado norteamericano, en función de los monopolios imperialistas que chocaron contra la red de negocios de los Odebrecht, de los Camargo Correa y compañía. Este es el contenido de los pronunciamientos militares que rodearon a la cárcel de Lula, del despliegue de las Fuerzas Armadas en Río de Janeiro y los parapoliciales que cobraron la vida de la concejal Marielle Franco de Río de Janeiro. Por supuesto que Temer fue gobierno con Lula, y parte de esta red de negocios de la burguesía brasileña. Pero si no derrotamos con la lucha de los trabajadores al golpismo proimperialista, no podremos abrirle paso a una perspectiva de independencia política y del gobierno de los trabajadores.


(…) El Frente de Izquierda es la contracara de los frentes como Podemos y los partidos como Syriza, que son la izquierda radical de la Unión Europea imperialista; somos la contracara del movimientismo, de partidos que como el NPA francés o el PSOL de Brasil, que han abandonado la lucha por el gobierno de la clase obrera.                                       


Cómo intervenimos


Los regímenes de derecha tienen dificultades para imponer sus políticas en América Latina. Así ocurrió con el gobierno Macri y sus gobernadores del ajuste, en las jornadas de diciembre, en el 8 de marzo.


El Frente de Izquierda y los partidos que lo componemos tenemos el desafío de estar a la altura de las enormes luchas e intervenir con un programa: la ocupación y huelga de toda fábrica que cierre o despida masivamente, no queremos recursos de crisis, para que nos echen mil compañeros en los Carrefour; la nacionalización de los recursos estratégicos bajo control obrero; la defensa de los convenios colectivos; contra la reforma laboral; la apertura de los libros de las empresas privatizadas; la investigación y el no pago de la deuda externa, el 82 por ciento para los jubilados y la defensa de la Anses.


Pero también tenemos que desnudar este operativo del Frente Renovador, el PJ Federal, el Frente para la Victoria, para simular una unidad opositora, morigerando algún mes del tarifazo para salvar la privatización y los tarifazos de 2016 y 2017.


Si se aprobara el proyecto opositor y lo veta Macri, ¿qué van a hacer ante el veto? Nosotros, vamos por el paro activo nacional, por el plan de lucha, por la huelga general. Ni el PJ ni el Frente para la Victoria están en esa perspectiva política.


Compañeros: el régimen hace agua sobre sus propias premisas económicas y sociales: fuga de capitales, déficit fiscal, endeudamiento insostenible, quiebra del Banco Central, devaluaciones, brutal ataque al bolsillo popular. Nuevos choques con los trabajadores serán inevitables. El punto es cómo intervenimos frente a la grieta en la alianza oficial y ante los reacomodamientos de la oposición pejotista. El planteo “hay 2019” es funcional a la derrota del movimiento popular y al recambio futuro de los ajustadores, mientras ahora pasa el ajuste.


El Frente de Izquierda no puede ser la variante de izquierda del electorerismo. Tenemos que ganarnos el lugar político con la acción de las masas, promoviendo el paro activo nacional en la ruta del Cordobazo, con asambleas en los lugares de trabajo, con abandono de tareas hacia el centro del poder político, para derrotar el ajuste abriendo el camino de la huelga general. Por eso proponemos un congreso obrero. Y contribuir, desde el Frente de Izquierda, a agrupar fuerzas combativas para explotar la crisis de la burocracia sindical con su base, que es el núcleo de la crisis de dirección de la clase obrera argentina.


Nuestro mandato es la unidad de clase para enfrentar la ofensiva capitalista. No hay mejor unidad opositora que la clase obrera al frente del movimiento popular, y no hay mejor unidad opositora que la unidad de la clase obrera con la izquierda. Les proponemos luchar, más que nunca, para explotar la crisis irreversible del peronismo y del radicalismo, que refuerza, más que nunca, la perspectiva de la fusión del movimiento obrero y la izquierda.


¡Viva el Frente de Izquierda! ¡Viva la clase obrera! ¡Viva el gobierno de los trabajadores!