En el marco de la crisis energética mundial, en una medida excepcional, el año pasado el presidente Joe Biden de EE.UU. ordenó liberar 50 millones de barriles de la reserva estratégica de ese país a favor de las empresas petroleras, con el fin de abaratar el costo de los combustibles. El precio del galón de nafta había aumentado un 50% en poco tiempo, así como el precio del gas.

La baja producción (falta de inversiones) de los campos No Convencionales de EE.UU. (el año pasado llegó a estar por debajo de los 10 millones de barriles por día), mas la caída de la oferta a escala mundial, hicieron trepar los precios internacionales de barril y del millón de BTU. Por supuesto la incidencia de ese aumento de precios en el mercado interno de EE.UU., fue uno de los factores que disparó el proceso inflacionario que hoy vive ese país, sin parangón desde hace décadas.

Biden buscando abaratar los precios de la energía, pidió a la OPEP aumentar la producción, pero la respuesta llega a cuentagotas, por lo que ahora acaba de acordar con las productoras de su país como Exxon y Chevrón, un aumento de la producción local. Hasta aquí se trata de los avatares ante la crisis mundial del gobierno de EE.UU.

Lo que debe analizarse es que la exportación creciente de crudo hacia el exterior desde Vaca Muerta, en buena parte ha tenido como destino….¡EE.UU!, supliendo en su medida la falencia de volúmenes del imperio. Y las empresas que han exportado ese crudo no son otras que Chevrón y Vista Oil, un taparrabo de fondos de inversión yanquis. De este modo, el petróleo que se usa para abaratar costos de los combustibles en EEUU, se resta del uso local, donde las naftas acaban de retomar su senda de precios crecientes.

El saqueo del recurso tiene en este aspecto una de sus facetas más nefastas. Y hasta es posible, incluso por triangulación, que una parte de ese crudo de Vaca Muerta, regrese al país bajo la forma de importación de gasoil para producir electricidad en las usinas a precios exorbitantes. Totalmente coherente con el carácter colonial de pacto de cogobierno que los Fernández han acordado con el FMI y la posición vasalla como rueda de auxilio de la política de Biden en todo aspecto.

Vaca Muerta: todos los caminos conducen a EEUU

En el año 2021 desde Vaca Muerta se exportaron por Puerto Rosales más de 10 millones de barriles, cuyo principal destino ha sido la costa occidental de EE.UU. Sin contar que algunos cargamentos tienen como destino Hawai (EE.UU.) y el golfo de México, que sería la costa oriental de EEUU. Ante la magnitud de la producción de los campos No Convencional de EEUU, aún el aporte desde Vaca Muerta es modesto. Pero es toda una definición.

Pero aún con el oleoducto que parte de Vaca Muerta hacia el puerto al límite de su capacidad, la exportación, que incluso reconoce un mayor valor por barril (10 dólares más que el precio doméstico), seguirá en aumento. “Está claro que con esta diferencia de precios, todos los productores preferiríamos exportar la mayor cantidad de crudo posible”, dijo un CEO de una petrolera.

Por un lado, el marco recesivo que impone el pacto con el FMI, dejará mayores márgenes a la exportación. Por el otro, la rehabilitación luego de muchos años en desuso del oleoducto hacia Chile, para exportar hasta el puerto de Talcahuano, dejaría el crudo de Vaca Muerta a las puertas de una reexportación hacia EE.UU., fuera de todo control desde el país, o lo que sería su equivalente, permitiría a EEUU disminuir los despachos petroleros desde EE.UU. a dicho puerto. En setiembre del año pasado el 47% de lo importado por ese puerto fue petróleo crudo.

La nacionalización de la industria energética, del comercio exterior y la banca son las medidas claves para generar las bases de una reorganización nacional sobre nuevas bases.

https://prensaobrera.com/politicas/crisis-energetica-tarifas-y-tarifazos-electricos-en-la-ruta-del-fmi/

https://prensaobrera.com/politicas/alberto-y-la-dependencia-de-argentina-con-el-fondo-y-estados-unidos/