Vaciadores
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La visita de los funcionarios del FMI ha sido la excusa para una nueva vuelta de tuerca en el ajuste contra trabajadores y jubilados.
El gobierno vuelve a reducir los fondos a las provincias, lo que golpeará a los estatales y maestros, a la educación y a la salud pública de los distritos.
Pero, además, el FMI exigió poner en marcha la reforma laboral y una nueva reforma antijubilatoria.
Todo esto, en nombre de “reunir los recursos para superar la crisis”.
Pero, mientras tanto, el derrumbe económico sigue su marcha: en las barbas de los técnicos del Fondo, el gobierno vendió 1.000 millones de dólares para frenar la corrida cambiaria. Y no pudo evitar una nueva devaluación de la moneda. Los que nos piden “sacrificios” están vaciando al país.
Para zafar del descrédito popular, los vaciadores de hoy nos piden que miremos los “cuadernos K”, los de los vaciadores de ayer. Pero detrás de unos y otros, está la misma clase social: los banqueros y la patria contratista de Techint, Roggio y compañía.
Es necesario que los trabajadores le demos a esta crisis nuestra propia salida. Y superar la parálisis de una burocracia entregada, como nunca, a los brazos del gobierno ajustador.
El programa es claro: reapertura de las paritarias e indexación mensual de los salarios, reparto de las horas de trabajo, anular los tarifazos. Enfrentar la sangría del país mediante el repudio de la deuda usuraria, la nacionalización de la banca y el comercio exterior.
Luchemos por un Congreso de Bases de todos los sindicatos, con delegados mandatados, por un paro de 36 horas y un plan de lucha hasta derrotar al gobierno ajustador y al FMI.