Políticas

16/7/2009|1091

Vaciamiento de la salud

La pandemia de gripe A puso en evidencia el vaciamiento del sistema sanitario. En el trascurso de la crisis, se produjo el cierre de la atención materno-infantil del policlínico de San Justo por sus pésimas condiciones edilicias. El traslado de ginecólogos y neonatólogos a otros centros convirtió al policlínico en una sala periférica. Los trabajadores denuncian que esta maniobra tiene como objetivo el cierre definitivo. Junto con esto, el “retiro voluntario” de casi cien trabajadores en el hospital de Monte Grande, antes del inicio de la pandemia, deja más que claro el efecto destructor de la “municipalización” hospitalaria. Esto explica los niveles de mortalidad infantil históricos y los índices de mortalidad mayores por gripe A en los distritos más pobres.

Un “indek” sanitario

Estamos ante un enemigo que conocemos poco, el virus de la influenza H1N1, y ante un enemigo que conocemos mucho: el Estado provincial. Mientras Manzur informa que los muertos por gripe A apenas superan el centenar, una reunión de delegados del Cicop de unos pocos hospitales contabilizó en sus lugares de trabajo más de 120. A más de dos meses de iniciada la crisis sanitaria, recién ahora se designan otros centros de diagnóstico distintos del Malbrán. La demora de casi 30 días en el establecimiento del diagnóstico de laboratorio impide adjudicar a la gripe A la causa de las muertes ocurridas en ese tiempo. Si bien, efectivamente, se observó un descenso de las consultas en los hospitales públicos en la última semana, no han descendido en general las internaciones, lo que quiere decir que los pacientes asisten al hospital sólo ante situaciones límite, evitan el contagio en las salas de espera, pero llegan en condiciones que requieren su internación.

Ante un germen que conocemos poco, el registro es fundamental. Saber cómo se disemina, en qué condiciones aumenta la mortalidad, qué factores favorecen la evolución de la enfermedad, todo eso es esencial. Los instructivos ambiguos -y cambiantes permanentemente- que envía el Ministerio de Salud y los obstáculos en el diagnóstico impiden un registro real y un conocimiento cabal de la enfermedad. Los discípulos de Moreno son responsables de las muertes, registradas o no.

Ricardo Schiro