Una encuesta de opinión sobre las elecciones del 11 de marzo acaba de arrojar que el Partido Obrero tiene un 10% de intención de voto en Valle Viejo, el distrito obrero que está pegado a la Capital.

 

La encuesta de opinión corrobora lo que sentimos cotidianamente en la calle.

 

La actividad del Partido Obrero en Valle Viejo es intensa. Las compañeras y compañeros del Polo Obrero están a la cabeza, recorriendo casa por casa, hablando con los vecinos, juntando fiscales y reforzando, al mismo tiempo, la organización con nuevos compañeros.

 

El contraste con los partidos patronales es alevoso. Sucede que en Valle Viejo la descomposición del régimen político ya ha adquirido características escandalosas. El candidato oficialista está peleado con el gobernador y se esperan todo tipo de ‘traiciones’ y mejicanadas. Dentro de las filas justicialistas hay quiebres de todo tipo; un sector se ha rebelado contra el propio Barrionuevo por haber puesto los candidatos a dedo.

 

En síntesis: mientras se descomponen los de arriba, los responsables del hambre, la desocupación y la contaminación ambiental, nosotros nos empeñamos más y más por conquistar el voto de los trabajadores.