La diputada nacional del Frente de Todos, Fernanda Vallejos, logró captar la atención de todo el país en medio de la fractura de la coalición de gobierno. En un audio que se viralizó, defiende el golpe palaciego orquestado con la renuncia de los ministros kirchneristas alegando que “este gobierno fracasó” porque se dedicó a ajustar a la población. Detrás de los calificativos al presidente de “enfermo”, “mequetrefe” y “ocupa en la Casa Rosada”, Vallejos en realidad se autoincrimina como legisladora oficialista que acompañó todos los mazazos contra los trabajadores.

Los insultos al ministro de Economía Martín Guzmán, al jefe de Gabinete Santiago Cafiero y a otros funcionarios del entorno del Alberto Fernández, no la absuelven de su rol como partícipe de este gobierno hambreador. “Tenemos prácticamente equilibrio fiscal, con 50% de pobreza y en medio de una pandemia”, parece escandalizarse, luego de criticar que en lugar de atender la crisis sanitaria se dedicaron a la reducción del déficit para acordar con el FMI, al punto que reflexiona: “mirá, me salió como cuando discutimos el Presupuesto de Macri en 2018, dictado por el Fondo”.

Pero su enojo es una verdadera impostura, toda vez que levantó la mano tanto para aprobar el Presupuesto 2021 que “decía que la pandemia había terminado”, el robo de la movilidad a los jubilados, y cada iniciativa oficial. Incluso ahora, luego de fiasco en las Paso, y a pesar de reconocer la responsabilidad gubernamental en el desastre sanitario porque su política los llevó a “abrir antes de tiempo y mal, porque la gente siguió cagándose de hambre”, comenta con toda caradurez a su interlocutor que igual “voy a ir a la tele y voy a decir otra cosa”. Confiesa así su complicidad consciente y fundamentalmente que, más allá de las puteadas, la opereta kirchnerista no expresa ningún rumbo alternativo.

En última instancia, todo el fraude consiste en que califica a Fernández de “usurpador” y  carente de legitimidad por no respetar su presunto mandato, cuando es precisamente para lubricar un acuerdo con el PJ y allanar el pacto con el FMI y los bonistas que Cristina Kirchner se bajó de la candidatura presidencial en 2019 y cedió la cabeza de la lista al actual “ocupa de la Rosada”. El papel de las Vallejos, con alguna declaración progre de vez en cuando, nunca tuvo otra función que la de distraer a la población del ajuste en marcha; una simple fachada.

Para terminar con los impostores es necesario desarrollar una alternativa política propia de los trabajadores. El Frente de Izquierda Unidad, la única coalición que reclama una ruptura con el Fondo y dejar de vaciar al país para pagar la deuda, y que está presente en cada lucha popular, se postula para esa superación.