Políticas

12/8/1993|398

Vamos al Frente

¿Cuáles son las razones por las que los activistas obreros y juveniles y los trabajadores todos deben sumarse al Frente de Izquierda, desarrollarlo, reforzar su organización y convocar a todo el pueblo explotado a votarlo?


La primera razón es que el FIT está formado por hombres y mujeres ya probados por el pueblo trabajador como luchadores insobornables de la causa de los oprimidos y de la independencia nacional. ¡Y vaya que ésta es una razón, e incluso decisiva, para apoyan al Frente, cuando la política patronal y de sus lacayos está encarnada por arribistas, corrompídos, ladrones y travestis políticos! Zamora, Altamira, Silvia Díaz, Daniel Rapanelli, Gregorio Flores, Parrilli, Cata Guagnini, Pablo Rieznik, todos ellos y todos los que pueblan las listas del FIT han ido al frente en cuanta lucha obrera o popular se hubo librado; contra todos y cada uno de los atropellos que se cometieron contra el pueblo; bajo la dictadura y bajo la democracia; en la polémica y en la huelga; en la tribuna y en la ocupación de una fábrica; para defender el salario o las libertades democráticas; para impugnar la entrega y denunciar a los entreguistas. Esta primera razón es, por sí sola, una razón suficiente para apoyar al Frente, porque las limitaciones políticas pueden superarse; las insuficiencias de análisis pueden ser cubiertas; las perspectivas estratégicas y la audacia táctica mejorarse más y más; todo esto es posible sí, y solo sí, en un Frente de luchadores probados, en un Frente que reúne a quienes en la inmensa mayoría de los casos, cuando no en todos, supieron y quisieron ocupar la trinchera de lucha de los explotados.


La segunda razón no es menos clara: todos los pronósticos políticos formulados por los luchadores que forman el FIT han sido verificados por la realidad. Que Menem era un impostor; que gobernaría para los capitalistas y contra las masas; que cualquier política capitalista agravaría las condiciones de existencia de los explotados; que la aplicación de esta política llevaría a los trabajadores y a los jóvenes a la indignación y a la rebelión. Si los partidos y los luchadores que integran el Frente supieron ver claro en la enmarañada situación del país, han pasado no sólo la prueba de su condición de luchadores sino de los únicos representantes políticos capaces de ofrecer una salida a la desesperante situación de las masas. Esa salida es la construcción de una poderosa fuerza de trabajadores para conquistar el poder y proyectarnos a la unidad socialista de América Latina.


Tercera razón: las elecciones son la pantalla que oculta la impresionante crisis de los planes oficiales y de su inminente derrumbe: el FIT denuncia esta situación y denuncia también el acuerdo que están gestando el Departamento de Estado yanqui y el clero, Alfonsín y Duhalde, Grondona y Neustadt, para que radicales y justicialistas, riquistas y solanistas banquen “solidariamente” una salida al “Plan Cavallo” que mantenga la entrega del patrimonio nacional y la miseria salarial. El FIT denuncia esta situación y llama al pueblo a organizarse en el Frente; a organizarse en los sindicatos expulsando a la burocracia; en los centros estudiantiles y barriales; para impulsar una gran movilización nacional por un salario igual al costo de la canasta familiar; el mínimo del 82% de ella a los jubilados; las Cajas bajo control obrero; la renacionalización de las empresas malvendidas, sin indemnización; el no pago de la deuda externa, que es hoy mayor que bajo los radicales; el control obrero de la producción; la triplicación de los presupuestos de salud y de educación; la escuela estatal única, sin patrones ni clero, bajo la dirección de docentes, trabajadores y  estudiantes.


Cuarta razón: el FIT es la única expresión internacionalista, que lucha contra el imperialismo que nos oprime impulsando la unidad práctica de los trabajadores de todo el mundo contra el capital mundial y las agencias burocráticas que lo secundan. Es el Frente de los que luchan por la única vía que conducirá a la paz y fraternidad entre los pueblos, y que levantará las fronteras como nuestras masas levantaban las tranqueras: por el socialismo.