La provincia de Córdoba atraviesa un fuerte crisis social, con el 46,6% de la población bajo la línea de la pobreza y el 10,8% en la indigencia. Las principales causas de esa situación son la desocupación, la precarización laboral y el bajo nivel de los salarios. Se trata de la consecuencia más cruda de las políticas de ajuste que desarrollaron los gobiernos de Fernández y Macri, y del gobierno provincial de Schiaretti.

La crisis social se trasladó al resultado electoral. La fuerte derrota del PJ-kirchnerismo en la provincia, que obtuvo el 11% de los votos, fue aprovechada principalmente por la derecha macrista. La dupla ganadora de Juez-De Loredo se ha presentado como la variante más extremista del macrismo, como el ala “bolsonarista”. Esta formación es orientada por Patricia Bullrich y desarrolla un programa rabiosamente capitalista, que tiene como ejes el pacto con el FMI y el pago de la deuda usuraria, la reforma laboral precarizadora y la previsional, la eliminación de las retenciones, la derogación de la ley de IVE, y el reforzamiento y la impunidad del aparato represivo.

Pero el resultado electoral no solo definió las candidaturas de Juntos por el Cambio. Con el escrutinio de las Paso, la burguesía que domina la provincia ha procesado un giro político y comienza a impulsar al macrismo como fuerza provincial, mirando ya hacia 2023. Hasta el momento, esa burguesía sostuvo al macrismo a nivel nacional y al PJ en la provincia, de ahí que Schiaretti fuera el más macrista de los gobernadores. Pero la cosa ha cambiado.

La respuesta desesperada de Schiaretti ha sido profundizar su derechismo reuniéndose con la Mesa de Enlace y planteando la eliminación de las retenciones y otros reclamos de la burguesía sojera. De tener un buen diálogo con Fernández, el PJ local ha pasado a la oposición abierta, y hasta anunciaron la candidatura presidencial de Schiaretti. Se trata de una maniobra que busca garantizar la retención del poder en la provincia.

La derecha de Juez y la derecha de Schiaretti solo traerán más pobreza, desocupación y precarización laboral. Todos ellos han gobernado y son los responsables de la grave situación que vivimos. Coinciden en desplegar a fondo el ajuste del FMI, lo que traerá más miseria social.

Solo el Frente de Izquierda-Unidad plantea una salida a la crisis en favor del pueblo trabajador. La enorme fuerza militante que desplegamos en la Paso, y que le ganó al kirchnerismo en veinte barrios de trabajadores de la capital, tiene ahora el desafío de ampliar la importante votación obtenida.

Desde el Partido Obrero estamos impulsando una intensa agenda de actos y agitaciones en barriadas, fábricas y lugares de trabajo para levantar una gran fuerza política de trabajadores e impulsar el reclutamiento revolucionario. Vamos por una gran campaña de movilización política de cara al 14 de noviembre y por una gran elección del FIT-U, que nos permita consagrar diputadas de izquierda.