La presentación que realizó Vanina Biasi en el Tribunal Electoral de la Ciudad de Buenos Aires provocó un terremoto político. Jorge Macri no cumple con los requisitos que establece el artículo 97 para ser jefe de Gobierno de la Ciudad: “ser nativo de la Ciudad o poseer una residencia habitual y permanente en ella no inferior a los cinco años anteriores a la fecha de elección”. El candidato del PRO y primo de Mauricio Macri nació en Tandil y los últimos cinco años vivió en Vicente López, donde, para colmo, es Intendente desde 2011. Macri incluso votó en Vicente López en las elecciones de 2021.

Pero no se trata solo de un problema de domicilio, sino un problema político de alcance más amplio. Como se encargó de señalar Vanina en la amplia cobertura mediática del caso, Jorge Macri es el enviado de su primo Mauricio Macri para regentear los negocios familiares que se desarrollan como contratistas de la obra pública de la Ciudad y para usar “la caja” presupuestaria del Estado de la Ciudad para apuntalar el aparato político del PRO. Macri busca refugiarse en su patria chica para volver al ruedo luego de tener que desistir de presentarse en esta elección por estar fresco aún el rechazo popular al fracaso de su gobierno.

Los beneficiarios de los negociados escandalosos de la familia Macri y el Estado son el otro primo de Macri, Angelo Calcaterra, dueño de IECSA, y Nicky Caputo el “hermano de la vida” de Mauricio. Los casos de corrupción más escandalosos ocurrieron con Macri como presidente e involucran a Calcaterra en la obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, en la cual los empresarios recibieron más de 700 millones de dólares por una obra que no se realizó y luego la del Paseo del Bajo, en la cual la asignación a la empresa IECSA fue irregular y con sobreprecios para alcanzar el monto de 9.000 millones de dólares.

Es por eso que explícitamente Mauricio Macri puso como condición para bajarse de su candidatura presidencial que su primo Jorge fuera el único candidato del PRO para las Paso en la Ciudad. Y para llevarlo a cabo no dudó en avanzar, aún con la completa ilegalidad del salto de distrito de su primo. Todo queda en familia.

El impugnado salió a contestar a Vanina Biasi diciendo que el Partido Obrero es el que “viene a la Ciudad a organizar piquetes violentos”. Debe haber sido un fallido, porque el que viene a la Ciudad a garantizar el saqueo capitalista es él, mientras el Partido Obrero hunde sus raíces en los barrios más empobrecidos, en los lugares de trabajo y estudio de la Ciudad organizando las luchas de los trabajadores.

Jorge Macri además fue nombrado ministro de Gobierno de la Ciudad por Larreta, cuando aún el primo era intendente de Vicente López. Entre las funciones del Ministerio de Gobierno se encuentra la de organizar las elecciones de la Ciudad, un rol clave, incompatible con su condición de precandidato.

Es importante señalar que Vanina Biasi fue la única candidata a jefa de Gobierno que cuestionó el nepotismo y los privilegios de la familia Macri. Tanto Lousteau, que llegó a un acuerdo para participar de la interna, como Santoro, que es parte del PJ porteño que le votó negociados aberrantes al macrismo en la Legislatura, no se atrevieron a cuestionarlo. Marra, el liberfacho antipiquete que se la da de anticasta, se guardó de emitir palabra sobre el asunto. El silencio cómplice es ensordecedor. Llama la atención que el PTS coincidió con los que avalaron la presentación ilegal de Jorge Macri, unos por negociados, el PTS no sabemos por qué.

Una izquierda que se planta no le teme a los Macri ni a los Kirchner, ni a Morales ni a Massa. Es independiente de todos y se basa en la organización y la lucha obrera sin abstenerse de utilizar el Parlamento o la Justicia en los casos que corresponda. Vamos a fondo a impugnar la candidatura fraudulenta de los poderosos como una fuerte señal política a los trabajadores de que la izquierda no tiene ningún compromiso con los políticos capitalistas que hundieron nuestro país.

https://prensaobrera.com/politicas/vanina-biasi-fuimos-nosotros-los-que-impugnamos-a-jorge-macri-porque-somos-los-unicos-que-no-tenemos-negociados-con-el-macrismo