Políticas

27/12/2016

Veto contra los trabajadores del Bauen

Un tiro por elevación contra todas las empresas recuperadas por sus trabajadores.

diputado del Frente de Izquierda-Partido Obrero


Desde Villa La Angostura, el presidente Macri vetó la ley de expropiación del Hotel Bauen para su cesión a favor de sus trabajadores, que lo gestionan desde hace 13 años. Este veto deja al colectivo de trabajadores que lo ocupa desde su quiebra fraudulenta a merced del grupo propietario Iurcovich, que construyó el hotel con créditos del ex Banco de Desarrollo otorgados en tiempos de la dictadura y jamás devueltos.


 


Los argumentos de Macri, expresados en el decreto donde veta la ley, son de un cinismo brutal. Dice que la expropiación es muy onerosa y que solo beneficiará a un pequeño grupo en desmedro del interés general que requeriría esos fondos para atender necesidades básicas insatisfechas. Esas consideraciones no se tuvieron en cuenta cuando se levantaron retenciones a mineras, cuando se condonó deudas a Edenor y Edesur o cuando se decide pagar a los fondos buitres y el dólar futuro.


 


El veto de Macri es eminentemente político, porque todos los días el Estado acude al rescate de los capitalistas. Se trata de un tiro por elevación a todas las llamadas gestiones obreras y fábricas recuperadas. El gobierno marca la cancha contra cualquier lucha que se proponga la expropiación de los bienes abandonados o vaciados por los capitalistas y puestos en marcha por los trabajadores. Con este veto también se envía una señal contra el reclamo de que el Estado garantice salarios de convenio y créditos a las sacrificadas gestiones obreras. Mientras tanto, el presupuesto contempla más de $300 millones en exenciones impositivas a grandes empresas en nombre de que generan trabajo.


 


El largo peregrinar de la ley


 


Hace 13 años que el Bauen está bajo gestión obrera. Transcurrió la mayor parte de este tiempo bajo el gobierno kirchnerista, durante el cual se presentaron varios proyectos de expropiación. El Frente para la Victoria recién habilitó su tratamiento en la última sesión de diputados realizada durante su gobierno, el 26 de noviembre de 2015. Tras la media sanción, el proyecto durmió el sueño de los justos en el Senado –de amplia mayoría del FpV–, hasta que decidieron sancionarlo el pasado 30 de noviembre. El veto se produce en medio del receso legislativo.


 


La pelota ahora está en el campo de los trabajadores que deberán reforzar la lucha para que se rechace el veto y se concrete la expropiación. Para ello contarán con el apoyo de nuestro bloque en el parlamento y en la calle.