La Fundación Empresaria de Vicente López, junto con el intendente Enrique García, ha construido escuelas que, literalmente, se están hundiendo o cuentan con instalaciones en grave riesgo. Como la situación es límite porque se caen los techos, se ha trasladado a los alumnos a otras escuelas del distrito. Esto está produciendo un caos educativo: quita espacio y aulas a las primarias, junta alumnos de seis años con adolescentes de 18, impide el acceso de discapacitados, coloca a trabajar a docentes en oficinas improvisadas en pasillos, aleja a los adolescentes de la escuela donde habían decidido estudiar, reduce la matrícula, provoca ausentismo, desalienta su escolaridad y obliga a los docentes a desempeñarse en condiciones de trabajo infrahumanas y hace que su labor se vuelva infructuosa, a pesar del enorme esfuerzo que ponen.

Además, muchas escuelas no tienen gas; se dan clases a adultos en edificios prestados, lo que no permite que completen su educación secundaria (¡obligatoria!). En la educación superior se cambian permanentemente las carreras, se inicia con retraso el año lectivo y los profesores deben rendir concursos antiestatutarios permanentemente, para conseguir trabajo. Las directivas de los sindicatos docentes, Suteba y FEB, ni se dan por enteradas.

Esto es consecuencia del desfinanciamiento educativo; la nueva Ley de Educación, del gobierno K, mantiene la descentralización de las escuelas (bajo el sostenimiento provincial y no nacional) y promueve su municipalización. Así, los empresarios que forman parte de la “patria contratista municipal” estafan a la población, se quedan con su “parte del negocio” y las escuelas públicas se vienen abajo. Los padres, docentes y estudiantes están realizando petitorios, que hasta ahora son desoídos.

Mientras García hace encuestas para especular qué le conviene, si ir con boleta del FPV o no, el Partido Obrero plantea: basta de subsidios estatales a los empresarios, inmediata reconstrucción de las escuelas con problemas de infraestructura y de servicios, bajo total control de docentes, padres y estudiantes. Que el Estado coloque a disposición de los alumnos los edificios cerrados de escuelas privadas del distrito, para que puedan continuar con sus clases. Construcción de edificios para la educación de adultos, primaria y secundaria, en los barrios donde exista la mayor necesidad. Comienzo inmediato del año lectivo de todas las carreras terciarias, con continuidad de los cargos de sus profesores.  

Silvia Jayo