Políticas

30/10/2016

Vicente López: las trampas del presupuesto participativo


El 30 de octubre culminaron las votaciones del presupuesto participativo, reducido al 1,5% del total del presupuesto municipal (45 millones de pesos).


El secretario de obras publicas que lleva adelante esta política es Luis Parodi, ex concejal del ARI devenido en macrista que en su momento presentó un proyecto de ordenanza en el cual planeaba aumentos progresivos del porcentaje asignado al presupuesto participativo, y que en 2015 debía llegar al 15% del presupuesto(Infoban, 3/11/2008).


Las sugerencias de inversiones en el presupuesto participativo son decididas  previamente en los llamados foros vecinales, los  cuales son aparateados por los punteros del intendente.


El porcentaje total del 1,5% es dividido en los nueve barrios donde se realizan estos foros y no pueden superar el monto asignando a cada barrio, y lo votado tampoco tiene carácter vinculante.


 


Recapitulemos: los foros vecinales son convocados para decidir apenas por el 1,5% del total del presupuesto, pero sus resoluciones ni siquiera son vinculantes. Y encima de todo, las reuniones son aparateadas por la intendencia.


Estamos en presencia de una farsa, de un maquillaje para hacer pasar el ajuste.


Un ejemplo: Florida Este tiene un total de veintitrés sugerencias, pero solo se puede  elegir tres, las cuales, juntas, no pueden superar el monto asignado por el Ejecutivo para ese barrio.


Los vecinos deben optar entre propuestas, que van desde “realización de cursos teatrales sobre el uso responsable del agua” hasta  “la reparación edilicia de escuelas” que se inundan,  pasando por “cámaras de seguridad” o “la compra de un equipo de respiración asistida para la terapia intensiva del hospital municipal”.


 


Negociado


El prepuesto participativo de este año viene precedido por la “ley de emergencia en infraestructura” votada en la Legislatura bonaerense (y a nivel local, en el Concejo Deliberante de Vicente López).


Esta ley tuvo como único objetivo saltearse todos los mecanismos de control en la asignación de la obra pública, como por ejemplo, las licitaciones, y permite la adjudicación directa de obras y compras por parte de los Ejecutivos.


Esta discrecionalidad en el manejo de los grandes recursos ilustra también la naturaleza distraccionista del llamado presupuesto participativo.