Políticas

28/7/1993|397

“Videla-Suárez Mason y Sabato-Frondizi engrandecieron a YPF” firmado Frente Grande

El monstruoso despojo nacional de YPF sirvió para que se le cayera la careta a más de uno. El Frente Grande lo hizo a través de una solicitada suscripta por la totalidad de sus dirigentes (Pino Solanas, Chacho Álvarez, Brunati, Echegaray, entre otros). Allí se plantea, “abrir un amplio debate público sobre el futuro de YPF, como parte esen­cial de la necesaria discusión sobre el rol del Estado y la política a seguir con las empresas públicas privatizadas” (Página 12, 3/7).


En este “debate” el Frente Grande nos adelanta que planteará la suscripción de un pronunciamiento que diga que las operaciones de venta de YPF “serán revisadas en el futuro”. No plantea, por lo tanto, una consigna elemental frente a un desfalco y una violación a la soberanía nacional de características históricas: la renacionaliza­ción integral de la empresa, expropiando a los “privatizadores” que se alzaron con el remate de YPF.


El planteo de “revisar” está cuidadosa­mente puesto porque no quiere decir nada. Revisar la privatización no es anularla sino ver si hubo irregularidades pero que no alteran la “continuidad jurídica” del despojo cometido, ni la titularidad de la empresa y de las áreas.


Alfonsín también habló de “revisar” por­que “yo creo que sería imposible—dijo— volver atrás, imagínense todas esas ac­ciones que se han vendido… nosotros somos respetuosos y muy claros de la continuidad jurídica” (La Nación, 23/7). Lo mismo se escuchó antes por boca de De La Rúa o Angeloz. Que el centroizquierda defiende las “privatizaciones” con el argu­mento del derecho adquirido lo prueba el planteo de Verbitsky en Página 12: “la anu­lación de contratos políticamente repu­diables, pero jurídicamente válidos es una quimera”.


La definición del Frente Grande sobre YPF mereció, días atrás, nada menos que el saludo de La Nación a Solanas por “no volver al viejo modelo” de las empresas estatales, considerando como importante “la participación social en las privatiza­ciones”, que es la política de firmar la entrega del país a cambio del usufructo de las acciones del personal que hoy suscribe la burocracia sindical en sus distintas variantes (La Nación, 8/7).


La solicitada del Frente Grande reivindi­ca al conjunto de los gobiernos patronales por nada menos que “engrandecer” a YPF: “desde su creación en 1922 — plantea— todos los gobiernos que se sucedieron, incluidas las ominosas dic­taduras, le dieron continuidad hasta con­vertirla en la empresa más grande del país”, lo que coloca al “vaciador” Suárez Masón y a Sábato-Frondizi, por tomar solo unos ejemplos, entre los “patriotas” que hicieron grande la empresa estatal. El Frente Grande oculta que los Pérez Companc, Bridas y Arhoco vaciaron YPF gracias a los “patriotas” mencionados.