La docencia, los auxiliares y el equipo directivo de la secundaria n° 45 de La Plata publicaron  días atrás un video en respuesta al spot lanzado por María Eugenia Vidal, que en base a filmaciones del establecimiento presentaba una escuela inexistente, falsificando la situación de crisis de la educación pública en la provincia y buscando atacar el paro docente que tiene lugar en estos días.

Tanto en el video como en la carta de denuncia que publicó hace dos semanas, cuando salió el material del gobierno, la comunidad educativa señaló que la suya no es una escuela primaria (como presenta el spot) sino secundaria. Denuncian que el rodaje se realizó durante el receso escolar, en el marco de la Escuela Abierta de Verano que funcionó en el edificio de la EESN°45, y para la misma se utilizaron no sólo las instalaciones del establecimiento sino también a los chicos del barrio que asistieron a la misma. Para montar la “escuela primaria”, se les dio a los niños guardapolvos y mochilas nuevos, que debieron devolver una vez concluida la filmación, y se utilizaron extras que actuaron como docentes. Además, se mejoró el aspecto del edificio con cortinas y computadoras nuevas, que luego fueron retiradas.

El video realizado por la comunidad educativa refuerza mediante imágenes el contraste entre la mentira presentada por el spot de Vidal y la realidad cotidiana del establecimiento, marcada por la presencia de diversos problemas de infraestructura.

La difusión del spot del gobierno, en el que se ‘celebra’ la situación de la educación pública y se insta a los docentes a ‘estar con los chicos’ en las aulas, busca quitarle legitimidad a los reclamos del gremio. Pero a siete meses de la explosión de la escuela N° 49 de Moreno, son numerosos los establecimientos de la provincia de Buenos Aires que continúan sufriendo graves problemas de infraestructura, aún a días del comienzo del nuevo ciclo lectivo.

Operaciones como estas refuerzan el rechazo creciente de la docencia con la gobernadora que aspira a la reelección. Días atrás, en su discurso de apertura a las sesiones legislativas, su hipócrita “disculpa” dirigida a los docentes –mientras los mantiene con sueldos de miseria y ajusta la educación- creó un enorme malestar, potenciando el acatamiento al paro de 72 horas de no inicio de clases.