Políticas

21/3/2001|699

Villa 31: Las intenciones de Ibarra-Jozami

El plan de “urbanización” de la Villa 31 de Retiro fue anunciado por primera vez en setiembre pasado, cuando el Gobierno de la Ciudad lanzaba su megaproyecto inmobiliario para el área Retiro-Puerto, que incluye la construcción de hoteles cinco estrellas y parques privados. Los planes oficiales de “urbanización” están parados en toda la ciudad; ¿se convertirán en realidad nada menos que en Retiro?


Una expulsión “posible”


El plan prevé un barrio de 400 viviendas. Pero en la Villa 31 viven casi 5.000 familias. Es decir que la “urbanización” excluirá a más del 90% de la Villa. La compra de las viviendas se hará con líneas de crédito, para familias que “califiquen”. El resto tendrá que irse. El plan de radicación es, en realidad, de erradicación. Pero en la expulsión de la Villa 31 han fracasado todos los gobiernos patronales, antes y después de la dictadura militar.


Lucha de buitres


Un sector poderoso de la burguesía reclama, sin embargo, la erradicación lisa y llana de toda la Villa. El diario La Nación ha editorializado esta posición. Dentro del propio Estado porteño, un funcionario de Planeamiento Urbano acaba de atacar el plan recomendando “reubicar a los pobladores antiguos, darles una compensación (y) dispersarlos en grupos reducidos” (La Nación, 11/3). Al justificar ante La Nación su punto de vista, Ibarra dijo que su propuesta “evitará una lluvia de juicios” (11/3). Seguramente, se refiere a los derechos adquiridos por los vecinos como resultado del Plan Arraigo. La “operatoria” que se ponga en marcha, además de transformar a los villeros en deudores, los obligará a renunciar a esos derechos adquiridos. Aun para los que se queden, lo que se preparaen la Villa es una confiscación.


La elección de delegados


La Comisión Municipal de la Vivienda está impulsando la elección de delegados porque necesita de “interlocutores” para llevar adelante este plan de erradicación disfrazada. Pero las numerosas “comisiones participativas” creadas para las distintas villas y núcleos habitacionales de la CMV no han logrado avanzar en ningún sentido, esto porque el presupuesto de la Ciudad sólo destina dinero a la especulación financiera e inmobiliaria.


Es previsible, entonces, que un cuerpo de delegados por manzana, como el que se podría constituir en la Villa 31, no tardará en chocar con los planes de Ibarra-Jozami. No casualmente la CMV ha propuesto a los vecinos de la Villa “acotar y delegar en una comisión ejecutiva” las atribuciones de los delegados, para “evitar demoras innecesarias”, al igual que limitar los alcances de la revocabilidad de los que sean electos. La UCR, por su lado *haciéndose portavoz de los reclamos de La Nación* salió a librar una lucha a muerte contra la elección de delegados, donde no se han escatimado recursos para enfrentar a unos vecinos con otros.


La puesta en pie de un cuerpo de delegados por manzana, revocable cada cuatro meses, sería, en este cuadro, un paso muy positivo. El Partido Obrero llama a defender la elección que está prevista para el domingo 18, y a discutir en todas las manzanas el programa que necesitamos para ese cuerpo de delegados.


• Viviendas para todas las familias de la Villa.

• Titularización inmediata, descontando el valor del lote y de las construcciones y obras ya realizadas en las casas anteriores.

• Por cuotas que no excedan el 10% del ingreso del grupo familiar. Cuota cero para el desocupado, hasta que encuentre trabajo.

• Por un plan de viviendas por autoconstrucción, empleando a los desocupados de la Villa con un salario mìnimo de 600 pesos.